Si ahora mismo escribiera una lista con mis libros favoritos, seguramente escogería los que más me han gustado. Pero, seguramente, no tendrían por qué ser los que más me han marcado. Por eso he decidido dividir mi vida en etapas y adjudicar a cada una el libro más representativo de aquel momento. Al decidir los títulos me he dado cuenta de que las ganas de leer y escribir siempre han estado estrechamente unidas dentro de mí, y que la una sin la otra no pueden subsistir. Pero empecemos por el principio, os presento mi vida en libros:
Mi vida en libros: infancia
De 0 a 5 años: Donde viven los monstruos, de Maurice Sendak
Conocí este cuento gracias a un taller de iniciación a la lectura al que fui con el colegio. Las luces tenues, la música de fondo, las imágenes proyectadas y la voz de la cuentacuentos me hicieron soñar. Apenas tendría 5 años, pero desde entonces no paré de dibujar y crear mis propias historias. El gusto por la lectura me había invadido, y también el de la creación.
De 6 a 10 años: Las brujas, de Roald Dahl
Durante mi infancia fui una asidua de la biblioteca municipal. Leí muchos cuentos, pero solo uno permanece en mi memoria: Las brujas. No sé cuántas veces lo leí, ¡me encantaba! Desde entonces siempre me fijé en si las mujeres llevaban zapatos de punta… Es curioso cómo un libro nos hace fijarnos en detalles de la vida que antes nos pasaban desapercibidos o ver las cosas de manera diferente.
Mi vida en libros: adolescencia
De 11 a 15 años: It, de Stephen King
Durante esa época fui muy aficionada a las colecciones de Pesadillas y prácticamente solo leía historias de miedo. Pero a los 11 años decidí dar un paso más y me compré It, un tocho de 1503 páginas lleno de vocabulario y escenas poco recomendables para mi tierna edad. Esta fue mi primera lectura adulta.
De los 16 a los 20 años: El señor de los anillos, de J.R.R. Tolkien
Esa quizá haya sido de mis épocas menos lectoras y no iban más allá de las lecturas obligatorias del instituto. Iniciaba varios libros que dejaba abandonados tras las primeras páginas y mis lecturas por placer apenas existían. Entonces fui al cine, vi la primera parte de El señor de los anillos y me pregunté: ¿cómo estará explicado todo este mundo en palabras? Necesitaba descubrirlo. Así que antes de que saliera la segunda parte, un año después, me leí toda la trilogía. Mis ganas de escribir regresaron…
Mi vida en libros: juventud
De los 21 a los 25 años: Ensayo sobre la ceguera, de José Saramago
En esta etapa volví a aficionarme a la lectura y descubrí a uno de mis escritores favoritos: Saramago. Este libro fue el segundo que leí de él y el que definitivamente me hizo subirlo a los altares. Yo quería escribir así, o mejor dicho, ser capaz de describir las emociones humanas con esa misma claridad y certeza. Volví a escribir casi a diario, aunque todavía sin tomarme demasiado en serio a mí misma.
De los 26 a los 29: Los gozos y las sombras, de Torrente Ballester
Esta última etapa de mi vida está siendo la más lectora y la más dedicada a escribir. Y es que cuanto más leo, más ganas tengo de escribir, y cuanto más escribo, más necesito leer para inspirarme. Mi forma de escoger las lecturas es muy diferente y ahora quiero leer esos libros que perviven a lo largo del tiempo, para descubrir esa magia que hace posible que sigan cautivando a personas, incluso después de varios siglos.
En busca de nuevas lecturas, rescaté de mi estantería, después de una década esperando, esta trilogía que me había pasado desapercibida. Y la leí en el momento adecuado para disfrutar de esos matices que años atrás no hubiera valorado. Disfruté de una obra maestra, un libro perfecto en todos los aspectos, que convierte la ficción en realidad y que hace que añores a sus personajes como si fueran familiares o amigos.
Tras leerlo, me dije: Yo quiero escribir un libro así. Ese es un pensamiento recurrente en mí cada vez que leo un buen libro, de esos que impactan y que sabes que, en cuanto lo acabes, se va a quedar en la memoria para siempre. Desde entonces, Los gozos y las sombras se ha convertido en uno de mis referentes. Deseo leer más libros así y, por qué no, lograr escribir con tanta alma algún día.
¿Me cuentas tu vida en libros?
¿Creéis que una persona puede definirse por el tipo de libros que lee? Yo pienso que sí, así que espero que me hayáis conocido un poco más con este peculiar recorrido por las etapas de mi vida.
Si queréis continuar con este juego, animaros a hacer vuestra propia lista en el apartado de comentarios de aquí abajo.
2 Comments
Difícil seleccionar uno por etapa, pero ahí van:
Infancia: «El pequeño Nicolás», una obra sobre las andanzas de unos escolares. Divertida a más no poder para niños de 6-10 años.
Adolescencia: «Las aventuras de Sindbad el Marino», obra de siete episodios sobre un mercader que navega y halla mil aventuras.
Juventud: «Odisea», las aventuras de Ulises a través del mar tras la Guerra de Troya. Una referencia literaria para mí.
Adulto: «Los últimos españoles de Mauthausen», un recorrido por la vida en los campos de concentración alemanes. Duro.
¡Menuda colección de clásicos! Buena lista. 😉
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