Relatos experimentales. Mundo Exterior: La salida

La semana pasada, los Insectos Comunes lanzamos el reto Fracaso, que consistía en escribir un relato experimental que no se entendiera. Este fue el mío: Vitamina K.

Esta semana, en cambio, nos propusimos Boca a boca. Nos intercambiamos aquellos relatos experimentales con la intención de darle una explicación al relato escrito por otro compañero.

Manu LF escribió Mundo Exterior. Me ha tocado a mí escribir el final alternativo a su historia. A ver qué os parece.

Mundo exterior: la salida

Poco ha durado la tranquilidad. Los grifos de toda la casa han rodeado mi cuarto. Algunos muebles han venido con ellos para atrancar las salidas. Piensan estar ahí, secos, hasta que nos muramos de sed. No me dan miedo. Nada tienen que ver con los grifos japoneses que, a diferencia de lo que la gente cree, no amenazan con inundaciones, sino con algo mucho peor: el cumplimiento escrupuloso de la ley. No hay nada que complique más la existencia que llevar a rajatabla esa interminable lista de reglamentos contradictorios. Menos mal que mis grifos ni se la han leído y, en cuanto se enfrían, vuelven a llevarme la corriente.

Están siendo más pesados que de costumbre. Al final tendré que llamar a la manguera. Ellos gritarán esas frases ya carentes de sentido: que si la manguera no sirve para nada sin nosotros, que si los grifos unidos jamás serán vencidos. Pero todos sabemos que tarde o temprano algunos de ellos entrarán en razón –la manguera tiene infinitos recursos para convencerlos, para someterlos– y conseguiremos explotarlos a todos de nuevo. A ver quién se ríe entonces. Y es que no aprenden.

Lo que me faltaba, mis vecinos han decidido que es hora de cambiar de presidente de la comunidad. Los grifos se han alegrado mucho, dicen que por fin mostrarán su descontento con mi corte de suministros y me darán una buena patada en el culo. Puf, ¿se creen que me importa? Una de las mangueras grandes ya me ha dicho que me va a regalar un chalet a las afueras, allí donde de verdad sea invisible y pueda seguir jodiendo al mobiliario y grifería a mi antojo. Porque ese cuento del orden y el bien común era una pantomima, lo reconozco. He estado demasiado tiempo aquí, es hora de capitalizar lo años invertidos.

Los desenlaces alternativos del resto de eelatos experimentales

Si queréis leer el resto de interpretaciones, aquí las tenéis:

• Sin sentido… ni vitamina K, de Jean Rush, continuación de mi relato Vitamina K.
• Sinsentido, de LaRataGris, continuación de El Alcarglumps y los stargalumpi, de Jean Rush.
• Dos vegetales más, de Manu LF, continuación de Amanecer normando, de LaRataGris.