Las primeras líneas de mi novela las escribí una noche cualquiera de 2008, sobre las dos de la madrugada. Me llegó la inspiración de repente y escribí casi dos páginas. Es lo que me suele ocurrir con los relatos: se me ocurre una frase o una situación y, a partir de ahí, escribo la historia del tirón. En el caso de la novela, la idea sobre la que quería escribir me surgió tiempo antes, cuando imaginé un personaje con una característica muy muy peculiar. Perfilé algunos de sus rasgos (la mitad de ellos cayeron en el olvido) y guardé las anotaciones en un cajón. Después llegaron las dos páginas que he mencionado y algunas más, pero dejé el proyecto aparcado por mucho tiempo. No fue hasta 2012 que me puse en serio y conseguí terminarlo.
Mi proceso creativo
En la primera etapa de escritura me moví a golpes de inspiración. En la segunda, con más de cien páginas escritas, me dejé llevar por la historia, porque era ella misma la que me marcaba el camino. Nunca definí personajes, esbocé tramas o planifiqué capítulos. Y pese a ello, todo cuadró. ¡Qué alegría! Una vez terminada, hice un esquema para comprobar que todas las fechas y hechos encajaban. Solo tuve que retocar un par de cosas.
Sin embargo, aunque me sentí cómoda con este método, lo consideraba poco serio, propio de una novata como yo. Y es que había oído mil veces que un escritor tiene que saber el pasado de sus personajes (aunque nunca hable sobre él), sus motivaciones, sus debilidades, y tener claro cuántos capítulos compondrán su novela, qué sucederá en cada uno de ellos o a qué altura introducirá los giros… Y solo después de haber desarrollado minuciosamente todos esos puntos, ponerse a escribir. ¡Yo me veo incapaz de hacer eso! ¿Soy la única escritora (aficionada o profesional) a la que le pasa? Por supuesto que no. Para mi alivio, descubrí que estas formas de escribir tan diferentes ya habían sido explicadas por otros autores. Es el caso de Javier Marías, que hace la distinción entre escritores de mapa y escritores de brújula. Aunque me parecen unos nombres muy gráficos, los explicaré brevemente:
Escritores de mapa
Los escritores de mapa son aquellos que antes de ponerse a escribir esquematizan punto por punto la historia que tienen en mente y hacen una ficha pormenorizada de cada uno de los personajes. Es decir, dibujan un mapa en el que ubican cada elemento que necesitarán durante el desarrollo de la novela.
Escritores de brújula
Los escritores de brújula son los que, movidos por una idea, se embarcan en la aventura de escribir sin saber por qué derroteros irá su historia o cuál será su desenlace. La historia fluye «sola» a medida que escriben.
Como he dicho, yo me incluyo en el segundo grupo. Y por lo que he podido saber investigando por la red, también son escritores de brújula Patricia Highsmith, mi idolatrado José Saramago, Haruki Murakami o el propio Javier Marías.
¿De qué depende ser escritor de brújula o escritor de mapa?
Llevo tiempo preguntándome de qué depende que seamos de brújula o de mapa. ¿Es por la forma de ser del escritor? ¿Por el género de la historia, quizá?
Leer El éxito de los introvertidos me hizo sacar algunas conclusiones. La primera fue que los introvertidos tienen la cualidades idóneas para escribir mejor. Y eso me llevó a pensar que ser escritor de brújula o escritor de mapa puede estar directamente relacionado con el hemisferio de cerebro que predomine en cada persona.
Pero para que no se diga que lanzo hipótesis a lo loco, decidí hacer un sondeo entre escritores. ¿Quiénes fueron mis conejillos de indias? Pues los miembros del grupo de Facebook El Escritor Emprendedor. Publiqué una encuesta con tres preguntas:
1 ¿Qué género escribes?
2. ¿Eres escritor de brújula o de mapa?
3. ¿Qué hemisferio del cerebro crees que predomina en ti: el derecho o el izquierdo?
Como son la mar de majos, participaron 82 escritores. Así que, a partir de los resultados obtenidos, voy a tratar de dilucidar si ser escritor de brújula o de mapa depende del género que se escriba o del hemisferio del cerebro que predomine. Pero antes de meterme en materia, he pedido la colaboración de Óscar Iborra, que es psicólogo, además de escritor, para que explique qué caracteriza a cada hemisferio del cerebro y cómo intervienen en el proceso de escritura.
Cerebros, cerebros
Este interés por los cerebros no se debe a que Esther y yo nos hayamos convertido en zombis de repente. Cuando hizo esta encuesta me pareció muy interesante y, por supuesto, yo la respondí: fantasía, mapa (al menos, uno básico) y derecho… Aunque añadí que lo de los hemisferios era un mito. De ahí surgió un debate sobre el tema, y eso nos llevó hasta esta colaboración.
Así que, me temo, traigo malas noticias: lo de hemisferio derecho-creativo y hemisferio izquierdo-lógico… es un mito. Al menos, tal y como lo entendemos normalmente. Para cualquier cosa de tipo creativo que hagas —desde componer una canción a inventar un plato de comida nuevo con lo que te queda en la nevera porque no has hecho la compra—, estás usando ambos hemisferios, aunque no seas consciente. Para ser creativos, usamos todo el cerebro. Y eso incluye la escritura.
Hemisferios cerebrales y creatividad
La relación entre los hemisferios cerebrales y el proceso creativo no es tan simple. Hay estructuras cerebrales específicas que realizan ciertas funciones; en realidad, podríamos hablar más de redes o sistemas (conjunto de estructuras y vías que los conectan) que se encargan de procesos tales como la toma de decisiones o el procesamiento de la información visual. Pero la creatividad no reside por completo en el derecho ni la lógica en el izquierdo. Ser creativo, la propia creatividad, no consiste en «ser de hemisferio derecho».
Y si es un mito, ¿por qué pervive? Porque es una excelente metáfora que refleja el propio proceso creativo. El psicólogo Christian Jarrett afirma que «ha llegado a ser una poderosa metáfora de las diferentes formas de pensamiento: lógica, focalizada y analítica (izquierda) frente a amplia y creativa (derecho)». Pero, al mismo tiempo, el propio Jarrett afirma que sí hay cierta parte de verdad en el mito: «los dos hemisferios del cerebro funcionan de forma diferente. Por ejemplo (…) en la mayoría de la gente, el hemisferio izquierdo es dominante para el lenguaje. El derecho, por otra parte, está más implicado en el procesamiento emocional y la representación de los estados mentales de los otros. Sin embargo, las distinciones no son tan claras como refleja el mito; por ejemplo, el hemisferio derecho está implicado en el procesamiento de algunos aspectos del lenguaje, como la entonación y el énfasis (…), pero es importante recordar que ambos hemisferios están bien conectados».
La «parte derecha» del proceso de escritura
¿Nos quedamos entonces con el hemisferio derecho creativo, relacional y colorido, por un lado, y el izquierdo lógico, lineal y gris, por otro? Si somos conscientes de todo lo anterior, sí, podemos quedarnos con esa idea. Porque hay muchas formas de ser creativos en diferentes actividades. Tomemos por ejemplo la escritura.
El inicio que dará origen a tu novela puede surgir con una chispa repentina (cosas de hemisferio derecho) y luego ser pulido descartando cosas y repasando (cosas del izquierdo). O puede comenzar con algo racional, como hacerte una pregunta lógica, y dejar después que tu mente añada, sin orden y sin criba, todo aquello que se le ocurra. En cualquier caso, el proceso creativo es algo cíclico.
Cojamos el modelo de escritor híbrido, el que Ana González Duque llama «paisajista». Comienzas tu historia con una chispa creativa o uniendo dos cosas que no tiene relación previa: un ejemplo de procesamiento de la información de tipo derecho. Por ejemplo, informática y gorriones. Imagina que ves un gorrión mientras estás oyendo un anuncio de ordenadores. Y tu mente asocia esos dos elementos de un modo nuevo, nunca visto antes (la novedad es un elemento definitorio de la creatividad): ¡gorriones expertos en informática! Y, además, hay una agencia secreta del gobierno los usa para infiltrarse en las redes sociales, pero los propios gorriones han creado su propia red social y…
Esta es la parte del proceso creativo en la que todo vale: unimos ideas unas con otras sin importar si funcionan o no. Si te consideras escritor de brújula, irás creando y desplegando la historia según vaya creciendo. Pero eso no lo hace en exclusiva el hemisferio derecho. Es una parte del proceso.
La «parte izquierda» del proceso de escritura
¿Cuál es la otra parte del proceso? La del izquierdo. Te sienta, tras el subidón y la locura, y empiezas a repasar lo que tienes. No, gorriones no, halcones mejor. Y no, no son expertos en informática, sino que han desarrollado una habilidad para modular la señal wifi y… Un momento, antes de seguir, tienes que consultar algo sobre aves y campos magnéticos por si puede servirte. Lo repasas todo y vas quitando lo que ves que no funciona. Ahí está la parte izquierda del proceso (que no hemisferio) a pleno rendimiento.
El hemisferio izquierdo/proceso izquierdo puede partir de un mapa al inicio o bien incorporarlo luego si hace falta, sobre todo si la hiperconexión del proceso derecho y su cúmulo de posibles caminos, giros y novedades inesperadas no nos está llevando a ninguna parte. Y de la primera idea, si sobrevive, queda algo diferente. Algo que puede servir. Porque ese es otro elemento clave de la creatividad y el proceso creativo: la utilidad.
Creatividad y utilidad
Utilidad: Ese término no parece que vaya bien con creatividad, ¿verdad? La creatividad es magia, purpurina, éxtasis y estela de luz y color, algo que no puede coartarse ni encerrarse. Porque coartar es «tan izquierdo». Poner límites, ser lógicos… sí, es de «izquierdo», pero es una parte del proceso que es necesaria. Sin ella, tu creatividad no da frutos ni alcanza resultados.
La parte izquierda es la que borra, elimina, rehace o tira a la basura. La que cambia esto por lo otro porque va a funcionar mejor, por mucho que te hayas enamorado de los gorriones informáticos, pero en el fondo sabes que no va a funcionar. Todo eso es izquierdo, y sin esa parte, no habría producto final.
Sin la parte izquierda del proceso creativo, tu creatividad sería solo un conjunto de ideas y conexiones: locas, curiosas o divertidas, pero inútiles. Y aunque el arte no tenga por qué ser útil, el concepto de utilidad es necesario para la creatividad porque, ¿de qué te vale inventar una máquina nueva si no tiene utilidad? ¿De qué te vale crear una historia si no funciona, por muchos unicornios telépatas, hadas mortíferas o dragones con escamas de diamantes que haya en ella?
Cerebros de escritores
Mucha gente afirma ser de ambos hemisferios y no identificarse con uno solo a la hora de desarrollar su proceso creativo, aunque tenga preferencia por una forma de trabajar u otra. Entonces, ¿nos quedamos con lo de hemisferio derecho e izquierdo? Funciona como una buena metáfora sobre qué tipo de proceso creativo predomina en una persona, por lo que podemos trabajar con ello y ver que resultados ha obtenido Esther en su encuesta y qué nos cuenta sobre hemisferios cerebrales y tipos de escritores.
¿Qué hemisferio predomina en los escritores?
Muchísimas gracias, Óscar, por esta instructiva clase de psicología y escritura.
Ahora que tenemos más claro cómo se relacionan ambos hemisferios en el proceso creativo, vamos a ver los resultados de la encuesta a 82 escritores.
Cuando la presenté, estaba convencida que la mayoría afirmaría que en ellos predominaba el hemisferio derecho. ¿Crees que los resultados me dieron la razón?
Pues parece que sí, porque 50 de los 82 encuestados dijeron que, en ellos, el hemisferio derecho llevaba la voz cantante, mientras que 15 se decantaron por el hemisferio izquierdo y 18 no se decidieron o, al menos, no perciben un predominio claro de ninguno de los dos.
¿Hay más escritores de brújula o más escritores de mapa?
A veces, la casualidades son maravillosas. Y la casualidad quiso que, de los 82 encuestados, 36 se declararan de mapa y 36 de brújula, mientras que 10 no quisieron posicionarse o, más bien, optaron por una tercera opción: escritor paisajista, de la que ya te ha hablado Óscar.
A la vista de estos datos, creo que es evidente que ambos procesos de escritura están igualmente generalizados. Así que ya puedo respirar tranquila: no estoy sola con mi brújula ni soy menos profesional por optar por esta forma de trabajo.
¿Ser escritor de brújula o de mapa depende de qué hemisferio del cerebro domine?
Sigamos analizando los datos. Antes de revisar los resultados, yo pensaba que los escritores en los que domina el hemisferio izquierdo serían escritores de mapa. ¿Crees que las respuestas de los 82 escritores encuestados respaldaron esta impresión? Veámoslo.
De nuevo, parece que sí. Aunque es evidente que la muestra es pequeña, ya que solo en 15 de los encuestados domina el lado izquierdo, se ve cierta tendencia a ser escritor de mapa en estos casos. Sin embargo, si nos fijamos en los escritores en los que predomina el hemisferio derecho, se reparten de forma bastante equitativa, por lo que los resultados no son concluyentes.
¿Ser escritor de brújula o mapa depende del género que se escribe?
Por último, hablaré de la tercera variable que introduje en la encuesta: el género literario. Con 82 escritores encuestados, imagina la variedad de géneros que salió, y eso descartando los subgéneros. Eso hace imposible extraer conclusiones, no obstante, haré algunos apuntes, según mis impresiones.
No se puede afirmar que ser escritor de brújula o mapa dependa del género, ya que, en la mayoría de géneros literarios reflejados en esta encuesta, los escritores se repartieron equitativamente entre ambos tipos de escritor. Solo en casos como los de la novela realista y la literatura infantil y juvenil se percibe un predominio los escritores de brújula.
Y aunque la representación fue especialmente pequeña en algunos géneros, me resultó curioso que todos sus representantes se posicionaron en el mismo tipo de escritor: los dos escritores encuestados que escriben histórica se declararon de mapa, al igual que los dos de ensayo y los tres de ciencia ficción; mientras que los dos escritores de relatos afirmaron ser de brújula.
¿Crees que con una muestra más grande sí se vería relación directa entre el género literario y ser escritor de brújula o escritor de mapa? A mí me da que en determinados géneros sí.
¿El dominio del hemisferio derecho o del hemisferio izquierdo influye en el género que se decide escribir?
Tampoco en este caso los resultados son representativos por la variedad de géneros literarios que salieron a relucir en la encuesta. Pero, para saciar tu curiosidad, te mostraré un último gráfico.
Como ves, en géneros como la romántica, la fantasía, la realista y la literatura infantil y juvenil, la mayoría de escritores usan más su hemisferio derecho.
Conclusiones
Tal vez esta encuesta no sea concluyente ni mucho menos científica, pero creo que permite hacer algunas afirmaciones con cierto fundamento: la primera es que en la mayoría de escritores predomina el hemisferio derecho, y la segunda, que los que se dejan llevar por el hemisferio izquierdo en el proceso creativo tienden a ser escritores de mapa.
No sé tú, pero a mí esta encuesta me suscita nuevas preguntas: ¿el hemisferio del cerebro también determina el tipo de historias o de géneros que nos gustan como lectores? Creo que voy a tener que volver a invitar a Óscar Iborra para que reflexione sobre el tema…
Y tú, ¿qué eres: escritor de brújula o escritor de mapa?
¿Y qué hemisferio predomina en ti?

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7 Comments
Muy interesante. También yo soy un escritor de brújula, ye he logardo que me publiquen mi primera novela este año, y no una editorial cualquiera. Como tú, yo, me dejo llevar por los personajes, imagino una determinada situación y a partir de ahí trato de dejarme llevar. Este proceso tiene la ventaja de la sorpresa; lo que ocurre es increíble y sorprendente hasta para el mismo escritor, y por ende, para el futuro lector. Eso es algo que agradecen y forma parte de la magia del hecho de narrar historias de esta manera tan intuitiva o libre, sin las cortapisas del guión. La contra, al menos en mi caso, es que me paso más de la mitad del tiempo repasando lo ya escrito, corrigiendo, cambiando, para que al final las cosas vayan cuadrando. Se debe, por tanto, ser capaz de sacrificar elementos con las que a priori nos sentíamos a gusto o que nos entusiasmaban y es por tanto un proceso largo y a veces frustrante. Entre los grandes escritores de brújula también tenemos a Faulkner o Cela, quien decía tener tan solo una ide vaga de hacia dónde quería llegar, pero que llegaba como podía.
Muchas gracias, muy interesante.
Muchas gracias por compartir tu proceso creativo, Daniel. Estoy de acuerdo con lo emocionante que es dejarse llevar por la brújula, aunque, como dices, después toca el trabajo de hacer que todo cuadre. Y gracias también por tu aportación de dos nuevos autores a la lista. 🙂
El concepto de escritor brújula y escritor mapa llevado a la propia vida:
https://www.youtube.com/watch?v=0-olrrnqD_M&t=3s
Un saludo!
Llego a tu sitio, a través del blog de Adella Brac y estoy encantada de haberte descubierto. Interesantísimo tu artículo. La verdad es que analizando mi propio proceso creativo, no sabría definirme como escritor de brújula o de mapa, pues dependiendo del propio escrito me dejo guiar por la intuición o recurro más a un esquema/mapa. Pero me ha gustado tu análisis, porque me he permitido ser más consciente de cómo procedo. Obviamente si escribo algún relato histórico, por fuerza he de manejar datos y es inevitable tenerlos bien registrados. Pero casi siempre parto de una frase, un contexto o un personaje, la inspiración me llega de improviso y si no me pongo a escribir sobre ello de inmediato, por norma general, acabo olvidando muchos de los detalles que ya tenía en mi cabeza como punto de partida. Eso sí, luego siempre reescribo y releo todo, para desechar lo que no me encaje, etc. Así que creo que en realidad intervienen claramente ambos hemisferios en mis escritos a la hora de crearlos. Millones de gracias por este post, de verdad.
Un saludo.
Muchas gracias a ti, Rebeca. Comentarios como este me alegran el día.
Un saludo.
Definitivamente me encantó este artículo. Yo soy escritora de brújula… creo. La duda surge cuando se me pide hacer un mapa de la novela, lo que va a pasar en cada capítulo, pero no lo tengo claro. Siento que es como si los personajes me dijeran: nosotros te contaremos la historia conforme la escribas, no antes. Ni siquiera intentes saber qué va a pasar ahora, escribe y te diremos.
Lo cual está siendo un gran problema, necesito mi mapa y estos personajes solo me dijeron a lo mucho un posible final o me rebelaron unas escenas al azar que me muero por escribir, pero que no escribo porque me falta el mapa.
El mapa no es obligatorio, puedes dejarte llevar por los personajes. Tú eres la que tienes que decidir cuál de las dos formas se adapta a ti.
Saludos
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