Llevar tantas novelas corregidas me ha servido para detectar los errores más comunes de los escritores y, por supuesto, como fuente de inspiración para estos artículos en los que trato de resolver sus dudas. Y últimamente me encuentro con muchos falsos sinónimos, así que ha llegado el momento de hablar de ellos.
¿Qué son los falsos sinónimos?
Los falsos sinónimos son esas palabras que usas como equivalentes, pero, en realidad, no significan lo mismo. Te dejo con la lista de los falsos sinónimos que más veo en las novelas de escritores noveles.
Oír y escuchar
Si hablamos de falsos sinónimos, el primero que me viene a la mente es el uso del verbo «escuchar» cuando lo adecuado sería el verbo «oír».
Al parecer, «oír» es una palabra demasiado sencilla y habitual, por lo que muchos escritores se olvidan de que existe y utilizan siempre siempre siempre el verbo «escuchar». Hasta que llego yo, la temible correctora, a cargármelo en todas sus conjugaciones. Y no, no es cuestión de gustos, es que no quieren decir lo mismo.
«Oír» significa percibir por el oído un sonido o lo que alguien dice, mientras que «escuchar» implica que se presta atención a lo que se oye o que se aguza el oído para oír mejor. Por lo tanto:
Oyó un golpe en el trastero. √
Escuchó un golpe en el trastero. X
El sonido de un golpe es tan breve que solo se percibe, no da tiempo a prestarle atención. En cambio, si se espía una conversación ajena, sí es adecuado el uso del verbo «escuchar».
Aguzar y agudizar
Hablando de aguzar el oído: aguzar no es lo mismo que agudizar. Esta confusión de términos quizá se deba a que ambos tienen un punto en común. Puedes decir:
Tengo el olfato agudo, distingo cualquier colonia a metros de distancia. √
El «olfato agudo» es aquel perspicaz y rápido. Sin embargo, entre las muchas acepciones del verbo «agudizar», ninguna transmite esa idea. Por tanto, son incorrectas frases como la siguiente:
Agudicé mi olfato para descubrir la procedencia de aquel olor. X
En estos casos, el verbo adecuado es «aguzar», que quiere decir «afinar, forzar el entendimiento o un sentido para que preste atención o se haga más perspicaz».
Aguzó la vista para reconocer al caballero que la saludaba desde el puente. √
Agudizó la vista para reconocer al caballero que la saludaba desde el puente. X
Ver y mirar
Hay más falsos sinónimos relacionados con el sentido de la vista. ¿Cuáles? Los verbos «ver» y «mirar».
«Mirar» es fijar la vista en un objeto, mientras que «ver» alude tanto a la capacidad física de percibir algo por el sentido de la vista como a comprenderlo. Y hay que tener en cuenta estos matices para usar los términos apropiadamente. Porque no es lo mismo decir:
Se pasó la tarde mirando la tele.
Que:
Se pasó la tarde viendo la tele.
En la primera frase, imaginamos a alguien frente a la tele, pero sin prestarle especial atención. En la segunda, suponemos que esa persona pasó la tarde disfrutando de su programa favorito.
Así que ándate con ojo cuando escribas estos verbos, no vayas a transmitir una idea equivocada.
Decir y comentar
Otro caso típico de falsos sinónimos es utilizar «comentar» en lugar de «decir».
Insisto mucho en no repetir palabras, pero hago una excepción con el verbo «decir». El lector lo tiene tan interiorizado que no repara en él. Cumple su función discretamente. En cambio, verbos como «inquirir», «aseverar» o similares pueden sacarlo de la lectura, bien porque el lector desconoce el significado, o bien porque lo conoce y se percata de que esa palabra no viene a cuento.
«Comentar» es el sustituto del verbo «decir» que veo más a menudo y, en la mayoría de las ocasiones, no se usa de forma adecuada. Solo deberías recurrir a él para acotar una línea de diálogo que interpreta o aclara lo dicho anteriormente.
Cuestionar y preguntar
Otros falsos sinónimos habituales en los diálogos son «cuestionar» y «preguntar».
«Cuestionar» significa poner en duda algo o controvertir un punto que no se considera fiable. Nada tiene que ver con hacer preguntas.
Tampoco «interrogar» puede utilizarse siempre como sinónimo de «preguntar», puesto que lleva implícito el matiz de que se hacen preguntas con el objetivo de esclarecer algo.
Olor y aroma
Me he encontrado con dos clases de escritores. Por un lado, los que usan la palabra «olor» todo el rato, como si no existieran otros términos más expresivos. Por otro lado, los que no la usan nunca, sustituyéndola por falsos sinónimos y, por tanto, escribiendo frases sin sentido.
Al primer grupo pertenecen los que escriben «olor nauseabundo» u «olor desagradable», en vez de «peste», «tufo», «hedor», etc., que son palabras más concretas a la hora de describir ese mal olor, sin necesidad de añadir adjetivos. Y en el segundo grupo de escritores están los que recurren a «perfume», «fragancia», «aroma», etc., porque son palabras que suenan más literarias. El problema es que a veces las meten en frases como esta:
El aroma de los cadáveres le hizo vomitar.
Pura contradicción. Un aroma, al igual que un perfume o una fragancia, es un olor agradable, así que no casa con un cuerpo en descomposición.
Como ves, la palabra «olor» no es demasiado precisa, pero siempre será mejor recurrir a ella que sustituirla por un falso sinónimo que desvirtúe el significado de la frase.
Advertir y avisar
Siguiendo con palabras que son sinónimas, pero solo en determinados contextos, nos encontramos con el caso de «avisar» y «advertir».
Uno de los significados de «avisar» es informar o aconsejar. Como «advertir» también significa decir a alguien una cosa para que esté atento, actúe con precaución o no se sorprenda, ambos verbos se utilizan como equivalentes. Pero ten en cuenta que el verbo «advertir» lleva implícito un peligro o amenaza y el verbo «avisar», no.
¿Has avisado al técnico?
¿Has advertido al técnico?
En la primera oración, interpretamos que tienen que llamar al técnico para que vaya a arreglar algo. Sin embargo, la segunda oración nos hace pensar que el asunto es grave y es mejor que el técnico esté prevenido. Como ves, son palabras parecidas, pero no iguales.
Conciencia y consciencia
También son muy similares «conciencia» y «consciencia». Cuando quieras referirte a la percepción o conocimiento de la realidad o de uno mismo, puedes usarlas indistintamente, aunque la grafía más extendida es «conciencia». Pero acuérdate de la diferencia que hay entre ellas, o acabarás usándolas como falsos sinónimos. Mientras que «consciencia» alude a la capacidad del ser humano para percibir la realidad y reconocerse en ella, la «conciencia» pone de relieve la perspectiva moral. Por tanto, puedes decir:
Él es la voz de mi conciencia, me da buenos consejos. √
Pero no:
Él es la voz de mi consciencia, me da buenos consejos. X
Rescribir y Reescribir
Como en el caso anterior, «rescribir» y «reescribir» son palabras tan parecidas que a veces se usan como sinónimas, pero esa letra de más (o de menos) cambia su significado.
Esta vez, la confusión se debe a que en castellano se sigue la tendencia de simplificar la escritura. Cuando las palabras con prefijo unen dos vocales iguales, se acepta convertirlas en una sola. Por ejemplo, «sobreentender» pasa a ser «sobrentender», «contraargumentar» se transforma en «contrargumentar» y «teleespectador» en «telespectador». Pero ten cuidado, porque esta simplificación no siempre es posible. Si supone un cambio de significado o crea ambigüedad, no debe hacerse. Es lo que pasa con rescribir y reescribir.
«Rescribir» es un término ya en desuso que quiere decir responder por escrito a una carta u otra comunicación. «Reescribir», en cambio, es una palabra que usamos con frecuencia. Significa volver a escribir lo ya escrito introduciendo cambios.
La trama de mi novela no funciona: tendré que reescribirla entera. √
La trama de mi novela no funciona: tendré que rescribirla entera. X
Así que, cuando vayas a utilizar una palabra con prefijo, asegúrate de que poner una vocal de más o de menos no modifica su significado.
Remover y revolver
Remover y revolver, pese a sus acepciones parecidas, son falsos sinónimos. Las dos hacen referencia al movimiento de una persona u objeto, pero con matices distintos.
Si mueves algo para registrar, la palabra adecuada es «revolver».
Aunque revolvió todos los armarios de la casa, no encontró la chaqueta. √
Aunque removió todos los armarios de la casa, no encontró la chaqueta. X
Porque con «remover» solo indicas que cambias algo de de sitio:
Removió los muebles del salón para que cupiera el sofá nuevo.
Si implica inquietud, la palabra exacta es «revolver»:
Cuando le pregunté si estaba implicado en aquella estafa, se revolvió en el asiento.
En caso de pelea, el término preciso también es «revolver». Significa tanto «volver la cara al enemigo para embestirlo» como «enfrentarse a alguien o a algo».
Banda y panda
«Banda» y «panda» son de los falsos sinónimos que me hacen más gracia, porque basta con cambiar una letra para que unos delincuentes peligrosos se conviertan en unos quinquis de barrio.
«Banda» tiene varias acepciones, pero la que alude a «una agrupación de personas con fines ilícitos o criminales» es la que provoca la confusión con «panda», que también significa «personas que se unen para hacer daño». A simple vista, parece lo mismo, pero no lo es. «Panda» tiene un carácter más informal, mientras que «banda» implica una estructura definida. Por eso, si hablas de organizaciones criminales, has de usar la palabra «banda».
La policía ha detenido al líder de la banda de atracadores.
En cambio, si te refieres a delincuencia callejera, es más apropiado escribir «panda».
Una panda de maleantes le robaron la cartera al salir del taxi.
Cuidado con los falsos sinónimos
La lista de falsos sinónimos sigue y sigue. Hay algunos que están tan extendidos que los asumimos como buenos, aunque no lo sean, por eso te recomiendo que nunca des nada por hecho. Cuando busques un sinónimo, consulta el significado y fíjate en sus matices, no vayas a meter la pata. Tu misión como escritor es encontrar siempre la palabra perfecta. Y la palabra perfecta es la más exacta, aunque no te parezca la más bonita.
¿Se te ocurren más ejemplos de falsos sinónimos?

¿Quieres leer Las semillas del rencor?
Escondido entre montañas, Pesinistra es un pueblo hostil incapaz de sacudirse los prejuicios. De Elisa dicen que lleva el demonio dentro por el color de su pelo. Ella no está dispuesta a tolerar su desprecio y se marcha a la gran ciudad. Pero allí no encuentra un futuro mejor y regresa al pueblo, donde solo le queda la mala vida que le vaticinaron.
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Adéntrate en esta saga familiar de realismo mágico en la que cinco mujeres buscan su lugar en el mundo.
2 Comments
Todo chevere… pero las fuentes???? Y más aún si se vende como toda una académica 👍
Hola, Santiago:
La fuente es la RAE, de donde he sacado las acepciones.
Saludos
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