Realismo Mágico

Entrevista a Virginia Gil Rodríguez

05/02/2020
Virginia Gil Rodríguez entrevista

¿Piensas que ser escritor es un sueño inalcanzable? ¿Te has dejado llevar por la inercia de la vida —encontrar trabajo fijo, formar una familia— y has dejado de lado tu pasión literaria? ¿Y si, de repente, tus rutinas saltaran por los aires? ¿Te atreverías a hacer lo que realmente siempre has deseado? Virginia Gil Rodríguez sí lo hizo. La he invitado a la iniciativa #UnAñoDeAutoras para que nos cuente su experiencia y nos hable de sus libros de realismo mágico. Te animo a que leas hasta el final, que hay sorpresa.

ENTREVISTA A

VIRGINIA GIL RODRÍGUEZ

Virginia Gil Rodriguez

Autor de la imagen: Vladi García.

Biografía de Virginia Gil Rodríguez

Nací en San Sebastián hace cuarenta y tres años y resido en Hondarribia desde el 2004, una ciudad que me tiene enamorada. Al vivir en la frontera, cursé todos mis estudios en Francia desde los seis hasta los veintitrés años. Me licencié en derecho internacional y comunitario, con un máster en relaciones culturales internacionales.

Durante más de diez años trabajé en la administración pública en puestos relacionados con proyectos europeos y transfronterizos. En el 2012, la crisis llamó a mi puerta y cerraron la empresa que dirigía. No supe hasta años más tarde que, al mismo tiempo, se había abierto una ventana que me invitaba a escribir, a cumplir mi sueño de niña.

Virginia Gil Rodríguez, bienvenida a Relatos Magar. Cuéntanos desde cuándo escribes y si te dedicas a algo aparte de la escritura.

Antes de escribir, empecé a leer con cuatro años. Leía muchísimo; aquellos libros eran pura magia y quienes los escribían, magos: los elegidos. Siempre he tenido a los escritores en un pedestal bien alto del que me he sentido excluida; pero, como tenía necesidad de escribir, lo hacía para mí, en mis diarios. Cuando intentaba contar historias, me sentía ridícula y las tiraba todas a la basura.

Seguí con mis diarios y con mi vida de estudiante hasta que llegó el momento en que tuve que buscar trabajo y supe que lo que más me apetecía era escribir. Y sin embargo, me veía incapaz. Encontré trabajo y amor; la vida continuaba y yo, inmersa en la rutina diaria, nadaba feliz con un puesto que me llenaba (o, al menos, eso creía), buenas compañeras, una familia nueva. El día a día no me dejaba tiempo para pensar en mis letras.

Y llegó la crisis (me quedé sin trabajo) y vi una oportunidad para empezar a cumplir mi sueño. Publiqué mi primer libro en el 2016. Desde entonces no he dejado de escribir, salvo cuando me ha tocado hacer alguna sustitución como profesora de francés en institutos.

VISIBILIDAD DE AUTORAS

¿Has sufrido el síndrome del impostor? Si es así, ¿cómo lo superaste?

Hasta ser madre, muchísimo, en lo que a la parte del proceso de escritura se refiere: no tengo nada interesante que contar, escribo fatal, a quién van a interesar mis historias, si de todas formas ya está todo contado…

Y luego ocurrió algo curioso, como una reconexión neuronal: tenía historias que contar y ganas de contarlas y, aunque por supuesto a veces escribía (y escribo) mucha porquería, mi mente ya no me destrozaba tanto a la hora de escribir. Sin embargo, sigue haciéndolo a la hora de ser visible. Por momentos, me siento pequeña, aunque tenga ya varios libros publicados, aunque gusten, aunque tenga lectores que esperan mis historias. Este año me he propuesto cambiar esa creencia, porque el síndrome del impostor es solo una creencia. Un miedo creado por nuestra mente que podemos y debemos transformar. Digamos, por lo tanto, que estoy en fase de aprendizaje; en breve le doy la vuelta. 😉

En la época estudiantil, apenas se mencionan nombres y obras de escritoras y, según datos estadísticos, el 67 % de los autopublicados son mujeres, mientras que el 68 % de las publicaciones de las editoriales tradicionales están escritas por hombres. ¿Has percibido alguna vez esa desigualdad literaria? ¿Qué cambios opinas que serían necesarios para alcanzar una igualdad real?

Personalmente, no he percibido ninguna desigualdad. El hecho de ser hombre o mujer no tiene nada que ver con la calidad literaria; solo hay buena y mala literatura, literatura con mayúscula, independientemente del género. No hay temas masculinos o femeninos; hay temas eternos de acuerdo a la sensibilidad y experiencia de cada autor, autoras capaces de crear brillantes personajes masculinos (o femeninos), y viceversa. Huyo de los enfrentamientos y de todas esas provocaciones que parecen buscar que unos nos opongamos a los otros en lugar de nutrirnos y complementarnos. Huyo de cualquier «ismo», reduccionista, de visión limitada. Me quedo con las personas; la clave está en la confianza, el amor y el respeto por uno mismo.

TRAYECTORIA

¿Cuándo publicaste por primera vez? ¿Por qué elegiste la autopublicación?

Autopubliqué mi primer libro, En la calle Mayor, el 7 de abril del 2016, el día de mi cuarenta cumpleaños. Fue algo simbólico, un regalo importante que marcó un antes y un después. Durante más de un año, intenté publicar por editorial, escribí más de treinta cartas sin obtener respuesta. Una persona me habló de la autopublicación, y vi la luz. Vi también la posibilidad de gozar de libertad, de responsabilizarme de mi proceso. Ahora ya no persigo editoriales y sé que, si les intereso, algún día vendrán a buscarme.

libros de Virginia Gil Rodriguez

Autor de la imagen: Vladi García.

Háblanos de los libros que has publicado y qué han significado para ti cada uno de ellos.

En la calle Mayor se sitúa en Hondarribia (aunque en el libro no se menciona), en la calle en la que vivo; es un homenaje a la magia de la vida y al lugar que habito y que tan feliz me hace.

En el corazón de París retoma la historia iniciada En la Calle Mayor. Es una ofrenda al poder de las palabras y a la ciudad que me vio crecer como adulta mientras estudiaba la carrera de derecho.

La pintura de la voz es la despedida a mi abuela, a mi madre de los veranos. El libro que me ayudó a superar mi duelo y un canto de amor a la escritura manuscrita.

Clara describe otro proceso personal vivido y cómo somos, siempre, mucho más fuertes de lo que pensamos.

¿Qué consejo le darías a una escritora que acaba de iniciarse en el mundo literario?

Que conecte consigo misma, que se escuche, que confíe en ella, que se quiera, que disfrute y que viva y que sienta mucho para luego poder escribir lo que realmente le sale de dentro.

EN LA CALLE MAYOR

¿Cómo te surgió la idea de En la calle Mayor?

Leyendo Pon el cielo a trabajar, un libro de Jane Slatter que me causó mucha curiosidad y que iba contando a mis hijos como si de un cuento se tratase. Esa fue la chispa, luego fue cuestión de tirar del hilo hasta que conseguí la historia. Fue un proceso largo (año y medio) lleno de miedos, hasta que conseguí sentirme satisfecha con la novela.

Define la novela en una sola frase.

En la calle Mayor, narra la historia de May, una niña cuya vida, y la de quienes la rodean, empieza a cambiar gracias a un libro que le invita a pedir lo que necesita para ser feliz.

¿Te imaginabas la gran acogida que iba a tener En la calle Mayor?

Autopubliqué sin expectativas y recibió una acogida que nunca hubiera esperado. Lo más curioso fue que llegó a un público muy amplio sin que yo lo buscara: desde niños y jóvenes, a madres, solteros, jubilados, etcétera.

Y sin embargo, aunque han pasado casi cuatro años, tengo la sensación de que la aventura acaba de empezar y de que queda todo un largo camino por recorrer.

¿Cómo ha sido la experiencia de verla traducida a otros idiomas?

Desde el primer momento supe que quería traducirlo a tres idiomas: el francés, porque es casi mi lengua materna; el inglés, para que pudiese volar por el mundo, y el euskera, para llegar a más personas a nivel local.

Del francés me ocupé yo, y en cuanto tuve la traducción, pasé por lectores cero, por corrector profesional y envié el manuscrito a unas treinta editoriales francesas (volví a caer en el mismo error, sí), que respondieron que no estaban interesadas.

Una editorial local (que conocí gracias a mi corrector) me dio una oportunidad, pero me dijo que tenía que esperar. Y esperé, o, lo que viene a ser lo mismo, cedí mi poder personal. Esperé desde el 2017 al 2019, fecha en la que me dijo que cerraba. Supe entonces que ya no podía ni debía esperar a nada ni a nadie, y lo autopubliqué. He optado, para ser más visible, pasar por blogueros literarios, y la experiencia está siendo muy positiva. Más lenta y laboriosa de lo que me gustaría, pero positiva.

En euskera, el traductor fue un familiar que respetó con mimo el texto, el alma de mis palabras, pero tengo que reconocer que el libro no ha volado como a mí me gustaría.

Y en lo que al inglés se refiere, he pasado por «varios» traductores sin lograr, por ahora, una traducción acertada y respetuosa de lo que quiero contar y, sobre todo, de cómo lo quiero contar.

La experiencia puede ser medianamente satisfactoria, pero, en el fondo, sé que todas esas barreras son solo la manifestación de miedos que albergo y que me he propuesto superar. Solo puedo ir a mejor.

Virginia Gil Rodríguez

Virginia Gil Rodríguez junto a la escritora Itziar Sistiaga. Autor de la imagen: Vladi García.

REALISMO MÁGICO

Dices que no te gustan las etiquetas, pero la gente ha catalogado En la calle Mayor como realismo mágico. ¿A qué crees que se debe?

El realismo mágico parte de una realidad que luego se ve alterada por toques mágicos y que parecen, sin embargo, formar parte de esa misma realidad. Yo necesito esas pinceladas para mis historias, es mi forma de contar. A través del realismo mágico siento que puedo expresar mejor el «cómo».

¿Tienes algún otro libro que se pudiera catalogar como realismo mágico?

Todos mis libros tienen esa pincelada. Es mi marca personal.

Dices que ese toque de fantasía es un elemento común en todos tus libros. ¿Qué crees que aporta la fantasía a las historias?

La realidad supera con creces a la ficción, y donde algunos ven fantasía o realismo mágico, hay más realidad de la que se puede uno imaginar. Siempre parto de la realidad, necesito esa base sólida; no soy una gran lectora de fantasía.

¿Eres lectora de realismo mágico? ¿Qué libros recomiendas para enamorarse de este género?

Me encanta la literatura que puede ser leída por diferentes generaciones (la colección Las Tres Edades de Siruela es, para mí, todo un referente), esa literatura mal catalogada de «infantil-juvenil» que parte de hechos reales que luego altera. ¿Es El principito realismo mágico o fantasía? ¿Es infantil o para cualquier edad? ¿Entiendes por qué no me gustan las etiquetas?

ESCRITURA

¿A qué le das más importancia: a lo que cuentas o a cómo lo cuentas?

El cómo es muy importante; lo que cuento también, por supuesto. Pero dos escritores con una misma idea pueden plasmarla de forma tan diferente que puede que ni parezca la misma. Me gusta el minimalismo: escribir una idea, emoción o escena con el mínimo de palabras posibles y sentir que en ellas está exactamente lo que quiero plasmar cómo lo quiero contar. Cuido mucho las palabras.

¿Sueles hacer escaleta antes de ponerte a escribir o te dejas llevar?

Ambos. Sé de lo que quiero hablar, tengo todo bastante atado; pero, al escribir, me dejo llevar mucho y me guío por mi intuición. Trato de escucharme, hablo en voz alta y sigo con lo que resuena conmigo aunque no sea para nada lo previsto.

¿Tienes alguna rutina para escribir?

No soy muy maniática y puedo escribir en cualquier sitio, aunque donde más a gusto estoy es en casa, con algo de música instrumental. Por las mañana, mejor.

¿Cómo afrontas el proceso de corrección y cuánto tiempo le dedicas?

Corrijo muchísimo, y luego paso por correctora profesional y vuelvo a corregir. Soy consciente de que es un proceso laborioso, pero no me permito autopublicar un libro sin haber dado el 100 % de mí misma; los lectores no se lo merecen. Que me dediquen su tiempo es una muestra de confianza que no puedo desaprovechar ni traicionar.

¿Tienes lectores cero?

Sí, los mejores: mi pareja y mi madre, que no escatiman en críticas y me suelen abrir muy bien los ojos; también una escritora y un periodista.

¿Tienes previsto publicar otras obras próximamente? ¿Nos adelantas algo?

En principio, suelo publicar un libro cada mes de abril, coincidiendo con mi cumpleaños. Tenía ya preparado el de este año (escrito en el 2017); pero, al releerlo, hay partes que merecen ser reescritas para que se armonicen con la Virginia del 2020. Además, estoy traduciendo todos mis libros al francés y escribiendo una nueva historia que gira en torno a las fronteras. Tengo en el cajón una trama sobre educación y terminar lo que empezó En la calle Mayor.

Dicen que todos los autores tienen temas recurrentes, ¿cuáles son los tuyos?

La soledad, las palabras, el poder personal que tiene cada persona en su interior, la educación, la amistad, el amor por una misma.

¿Qué metas te gustaría alcanzar en tu carrera literaria?

Mis letras cruzan fronteras, llegan a millones de personas y emocionan tanto en papel como en la pantalla. Vivo de mis libros.

UN TOQUE PERSONAL

Autora o autor preferido.

Si me tengo que quedar solo con uno, que sea Jordi Sierra i Fabra.

¿Qué estás leyendo justo ahora?

Volver al amor, de Marianne Williamson.

Tus tres libros favoritos.

Momo, de Michael Ende; Kafka y la muñeca viajera, de Jordi Sierra i Fabra; El principito, de Antoine de Saint Exupéry.

Defínete como escritora en tres palabras.

Emocional, sensible, intuitiva.

Defínete como persona en tres palabras.

Podrían ser las anteriores, pero me quedo con organizada, perseverante, empática.

¿Qué es para ti la literatura?

La literatura es una gran amiga que nunca me abandona, a la que recurro a diario y que tiene respuestas a todas mis necesidades.

¿En qué redes sociales o sitio web pueden encontrarte los lectores?

Instagram: virginiagilrodriguez
Facebook:virginiagilrodrigue
Twitter: virginiagilrodr
www.virginiagilrodriguez.com

Mil gracias, por este espacio, por tu confianza, Esther; mil gracias a los lectores que me acompañan y a todas esas personas que en la distancia me abrazan. Gracias.

Muchas gracias a ti, Virginia, por participar en #UnAñoDeAutoras.

 


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Adéntrate en esta saga familiar de realismo mágico en la que cinco mujeres buscan su lugar en el mundo.

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4 Comments

  • Responder Virginia Gil Rodríguez 06/02/2020 at 9:25 am

    Me ha encantado participar en esta iniciativa, Esther. Una entrevista siempre es una oportunidad para reflexionar un poco más sobre una misma. Mil gracias y suerte para todos los participantes. Un abrazo

    • Responder Esther Magar 06/02/2020 at 9:56 am

      Muchas gracias a ti, Virginia. Ha sido un placer conocerte mejor.
      Un abrazo.

  • Responder CrisMandarica 13/02/2020 at 10:20 pm

    Claro que me apunto. Y la entrevista me ha parecido interesantísima. Biquiños!

    • Responder Esther Magar 14/02/2020 at 8:26 am

      ¡Muchas gracias!
      Besos.

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