LIBROS DE 2013
Aquí os dejo el listado de mis libros de 2013:
Diciembre
Géneros: Amor, psicológica, fantasía, relatos, infantil.
Fecha de publicación: Dos en el s. XIX, tres en el s. XX y dos en el s. XXI.
Nacionalidades de los escritores: Un chileno, un ruso, un checo, un español, un italiano.
Número de páginas leídas: 1580
Títulos e impresiones:
- El cartero de Neruda (Ardiente paciencia),de Antonio Skarmeta (1985), 140 páginas (papel).
Bonita historia escrita de forma deliciosa. Aunque la he calificado como amorosa, creo que la amistad y la figura de Neruda y el Chile de la época se llevan el mayor protagonismo de la obra. Una interesante forma de acercarse a los últimos días del poeta y conocer los cambios políticos acontecidos durante los años setenta en su país (el primer gobierno comunista votado democráticamente). Lectura corta y muy recomendable.
- Crimen y castigo, de Fiodor Dostoievski (1866), 393 páginas (papel).
Me adentré en esta obra con mucho respeto y enseguida me sorprendió que me resultara una lectura tan amena. Me la esperaba más reflexiva y psicológica, y aunque me ha gustado mucho, no me ha impactado tanto como esperaba. Tiene algunos párrafos magistrales, de esos de marcar y guardar para el recuerdo, pero puede resultar exasperante (en el fondo, es de lo que se trata), ya que Dostoievski nos transmite a la perfección el castigo de su protagonista, Rodia.
- El proceso, de Franz Kafka (1925), 257 páginas (papel).
Esto es un claro ejemplo de lectura compleja. Aunque relatado de forma bastante sencilla, la historia parte de una situación absurda (en el limbo entre lo cómico y la pesadilla) que cada vez se vuelve más inverosímil, pero que logra incomodar al lector ya que, tras ese simbolismo, se percibe ciertos visos de premonición de lo que puede llegar a ser el futuro (si es que no lo es ya). Para mí, es realismo llevado al extremo, hasta llegar a ser cruel. Esta fue una de las obras inacabadas de Kafka, lo que aumenta el número de preguntas sin respuesta que nos quedan tras su lectura. Su final, aunque podía preverse, logró encogerme de igual manera el corazón.
- Los guardianes del equilibrio: La balanza, de Alberto Porta (2013), 346 páginas (papel).
El primer libro de una saga de fantasía y aventuras, escrito por un joven escritor valenciano. En esta reseña os cuento mis impresiones.
- Susurros de invierno, (VV. AA.) (2012), 151 páginas (digital).
Esta antología de relatos románticos y navideños fue la primera iniciativa de este tipo de Mireia EC, en la que varios escritores (aficionados e incluso profesionales) dejaron su granito de arena para crear este libro de descarga gratuita. Aunque se nota que la mayoría de ellos son aficionados, ha sido una lectura muy agradable, que demuestra que la navidad y el amor se pueden ver y plantear de maneras muy diferentes.
Destacaré los relatos que más me han gustado: Julia y Diccer, de Elleh l’Etoile, quizá la más atípica de la antología; El viento mudo, de Andrea Tomé, una bonita y triste historia, con un original planteamiento; 15 cm, de Iván Hernández, la más dulce y graciosa de la colección; Noche de Navidad, de Aglaia Callia, Una noche especial, de Cristina CG y El expreso del 25, de Alba Sánchez Guerrero, algo típicas, pero que logran emocionar; Un porcentaje de felicidad, de Narayani, una historia de amor encantadora; Un invierno más, de Aurora Lejana, escrito con suma elegancia; y Cadillac – Mercedes, de Gema Samaro, el que más me ha llegado al corazón.
- Las aventuras de Pinocho, de Carlo Collodi (1883), 105 páginas (digital).
A veces, los personajes que conocemos desde siempre eran, en su origen, muy diferentes a la imagen de ellos que ha llegado a nuestros días. Ese es el caso de Pinocho, protagonista de una historia mucho menos inocente que la difundida por la versión Disney. Repleta de aventuras y escrita aparentemente para niños, puede sorprender bastante a los que solo conozcáis la película. Es más, la primera versión era mucho más sádica, pero las críticas hicieron que el Collodi cediera y no fuera tan cruel en el desenlace de su mítico personaje.
- Nuevas historias para leer a plena luz (Alfred Hitchcock), (VV. AA.) (1985), 188 páginas (papel).
Esta recopilación de veinte relatos fue escogida por Alfred Hitchcock, según dice la contraportada de este libro. Por eso nos encontramos con relatos adictivos, siempre sorprendentes, de género negro con toques de terror o humor. De las antologías de relatos que he leído, esta es la que considero más equilibrada en cuanto al nivel, muy alto en todos ellos. Muy recomendable.
Noviembre
Géneros: Aventuras, memorias, ficción histórica, fantasía, policíaca, realismo mágico, meta-ficción.
Fecha de publicación: Una en el s. XIX, siete en el s. XX y dos en el s. XXI.
Nacionalidades de los escritores: Cuatro estadounidenses, una nicaragüense, un inglés, un español y un argentino.
Número de páginas leídas: 2275.
Títulos e impresiones:
- Tarzán de los monos, de E. R. Burroughs (1914), 337 páginas (papel).
Me gusta conocer de primera mano las novelas que han creado personajes que han pasado a formar parte del ideario colectivo, como es el caso del archifamoso Tarzán. He disfrutado mucho esta novela y la recomiendo, pero hubo un par de incongruencias en la trama que me han hecho bajarle la nota. La primera: uno de los personajes muere y, a los pocos capítulos, vuelve a aparecer como si nada. La segunda, y la que más me ha chirriado: Tarzán aprende a leer solo… Bueno, eso puedo llegar a creérmelo, pero ¿cómo conoce palabras que nunca ha visto o sabe escribir su propio nombre? Me parece que este tema está cogido con alfileres y que se le da demasiado peso en la trama para estar tan poco definido.
- El país bajo mi piel, de Gioconda Belli (2001), 428 páginas (papel).
Este libro me ha sorprendido muy gratamente. En él, su autora narra su propia vida y ¡menuda vida! Luchadora antisomocista, participó activamente en la rebelión de Nicaragua contra su dictador, durante los años setenta. Como tengo muchas cosas que decir sobre esta novela, me explayo en esta reseña.
- Mr. Sebastian y el mago negro, de Daniel Wallace (2007), 302 páginas (papel).
Cuando vi este libro a un euro y con este reclamo publicitario: «del autor de Big Fish», no pude resistirme. Y la verdad es que lo he disfrutado muchísimo. Cuenta la historia de un hombre muy particular (Henry, el mago negro), a través de los personajes de un circo, que compartieron con él sus últimos años: el propietario del circo, el hombre más fuerte del mundo, la chica osificada… De esta forma, se reconstruye la historia de este personaje lleno de claroscuros y nos damos cuenta de que es muy difícil conocer la verdad de los hechos, pues la verdad no es más que lo que se recuerda… o lo que se quiere recordar.
- El libro de Daniel, de E. L. Doctorrow (1971), 383 páginas (papel).
Está basada libremente en el matrimonio Rosenberg (en la novela llamados los Isaacson), los primeros civiles ejecutados por traición, durante la caza de brujas llevada a cabo en EE. UU., en los años cincuenta. Con esta premisa tan interesante, esperaba más hechos históricos y crítica social, por lo que la sensación final ha sido un tanto agridulce. Aunque tiene reflexiones muy interesantes (lo mejor de la novela, sin ninguna duda), se centra demasiado en la desubicación de Daniel, el hijo del matrimonio, y en su extraño carácter, que no acabé de entender. Eso, unido al continuo cambio de la tercera a la primera persona, incluso en la misma frase, durante la narración, me transmitió mucha confusión. En mi opinión, podría haber dado mucho más de sí.
- Cristal oscuro, de A. C. H. Smith (1983), 237 páginas (papel).
Libro basado en la película «infantil» del mismo nombre (lo pongo entre comillas porque más de un niño puede quedar traumatizado por la estética y actos de alguno de los personajes), pero que no logra transmitir el siniestro halo del largometraje ni su crítica al poder y el abuso. Con una narración muy mecánica y poco detallada, no aporta nada a la película, y como novela en sí, se queda a medias de todo.
- La verdad sobre el caso Savolta, de Eduardo Mendoza (1975), 298 páginas (papel).
Esta fue la primera novela publicada de Mendoza, en la que ya demostraba toda su capacidad narrativa para convertirse en uno de los grandes de la literatura española actual. Con continuos flashbacks, conocemos a todos los personajes involucrados en las muertes de varios miembros de la empresa Savolta. Mendoza describe la crispación social y política de la España de principios del s. XX, con ese toque de humor tan característico en él. Si os gusta Mendoza, os encantará esta novela, y si no…, también.
- Casa tomada, de Julio Cortázar (1951), 5 páginas (digital).
Curioso relato que deja incertidumbre tras acabarlo, pues tiene múltiples lecturas. Para mí, es una metáfora de la conformidad y sumisión ante los elementos externos que suelen trastocar nuestras sencillas monotonías. Si buscáis lecturas que os susciten preguntas, este es un buen ejemplo.
- Continuidad de los parques, de Julio Cortázar (1956), 2 páginas (digital).
Gran relato de Cortázar, en el que hace alarde de una de sus especialidades narrativas: la metaficción, es decir, la ficción dentro de la ficción. En tan solo dos páginas os demostrará cómo se puede dejar al lector con la boca abierta. Todo es posible en el universo Cortázar.
- Las babas del diablo, de Julio Cortázar (1959), 14 páginas (digital).
Este relato de Cortázar sigue un esquema similar al anterior, aunque añadiéndole complejidad con un nuevo mundo paralelo: el temporal. Es la clase de relato en el que cada línea se puede desgranar en muy variados análisis. Si leéis a Cortázar, tenéis que estar dispuestos a perderos entre los múltiples planos de sus historias.
- Las aventuras de Tom Sawyer, de Mark Twain (1876), 269 páginas (papel).
Este famoso clásico de literatura infantil y de aventuras es igual de recomendable para lectores adultos. Todos hemos sido niños y nos podemos reconocer en las supersticiones y exageraciones de Tom Sawyer y sus amigos, así como en su afán de libertad y de vivir cada momento del día como si no hubiera un mañana. Todos hemos tenido un puñado de canicas al que considerábamos un gran tesoro o fantaseado con ser como ese personaje que corría mil aventuras; por eso todos hemos sido, en algún momento, Tom Sawyer. Si queréis hacer un viaje nostálgico a vuestra infancia, escrito por uno de los grandes de la literatura, os recomiendo este libro.
Octubre
Géneros: Naturalismo, fantasía épica, ciencia-ficción y epistolar-autobiográfica.
Fecha de publicación: Una en el s. XIX y tres en el s. XX.
Nacionalidades de los escritores: Dos españoles, un estadounidense y un checo.
Número de páginas leídas: 2014.
Títulos e impresiones:
- La Regenta,de Leopoldo Alas “Clarín” (1885), 724 páginas (papel).
Me enfrenté a este clásico con miedo, esperando una lectura muy densa. Pero, afortunadamente, me enganché desde el primer momento y caí rendida ante la belleza de la escritura de Clarín. Sentí la opresión que sufre el Magistral por culpa de una madre posesiva y su obsesión (a veces tierna, a veces enfermiza) por Ana. Me desesperé por la indecisión y carácter extremista de Ana, la Regenta (cuya andadura mística es la parte más pesada del libro, único tramo en el que me aburrí). Detesté a Vetusta, ese pueblo afanado en mover a sus habitantes como títeres para animar sus monótonas existencias. Una novela de personajes bien perfilados y llena de extremos (a ratos es una oda a la religión, y a ratos es una fuerte crítica anticlerical), que sin duda se merece ser uno de los clásicos de la literatura española.
- Olvidado Rey Gudú, de Ana María Matute (1996), 921 páginas (papel).
La sinopsis de este libro me enamoró, pero a medida que leía me fui desilusionando. Se nota que es la obra más ambiciosa de Matute, pero no es la mejor (de lo que he leído de ella, es de lo más flojo). No me ha gustado el estilo narrativo, con abuso de adverbios y muchas repeticiones de cosas ya explicadas. Se me hizo muy pesado y ninguno de los personajes me llegó a cautivar, a excepción de Ondina y el Trasgo, que para mí protagonizan las historias más bonitas del libro. Una novela que pudo ser mucho más de lo que fue si se hubiera condensado en menos páginas y armado de manera más clara las diversas tramas.
- Ubik, de Philip K. Dick (1969), 252 páginas (papel).
Tardé cerca de cien páginas en engancharme a esta historia y vislumbrar algo de sentido. La explicación de un mundo muy diferente al actual, donde nadie muere del todo y las personas tienen poderes para cambiar el pasado o conocer el futuro, me pareció muy precipitada y confusa al principio. Cuando la trama empezó a desarrollarse, por fin captó mi interés y la lectura se hizo mucho más trepidante y amena. Al final no me dejó mal sabor de boca, aunque me parece que la premisa inicial podía haber dado muchísimo más de sí.
- Carta al padre, de Franz Kafka (1919), 117 páginas (papel).
Leer una carta que nunca llegó a su destinatario es un asunto lleno de morbo. Y es que este libro recoge la carta que Kafka escribió a su padre y que nunca llegó a enviarle. En ella relata varios episodios de su vida y su forma de ver las cosas. Estas páginas son un documento de gran valor para conocer el carácter de este peculiar escritor, sus complejos y sus obsesiones. La difícil relación que le unía a su padre marcó su carácter y su obra, por lo que es una buena lectura para entender el resto de sus escritos.
Septiembre
Géneros: Mitología, memorias, drama, aventuras, teatro, negra y relatos.
Fecha de publicación: Una del s. XIV, una del s.XVI, una del s.XIX y cinco del s. XX.
Nacionalidades de los escritores: Dos estadounidenses, dos españoles, un brasileño, dos ingleses y un italiano.
Número de páginas leídas: 2176.
Títulos e impresiones:
- La edad de oro del mito y la leyenda, de Thomas Bulfinch (1855), 292 páginas (papel).
El mundo de la mitología es muy rico en fábulas, algunas de ellas muy populares. Es un tema que siempre me ha interesado y por eso no dudé en comprarme este libro. Sin embargo, debido a la enorme cantidad de nombres, parentescos y demás, me resultó una lectura muy muy densa. Las historias que más me gustaron fueron las que narraban los mitos que más recordaba, así que considero que no lo disfruté por mi desconocimiento. Eso sí, es una recopilación muy completa (aunque básica) de mitología.
- Filomeno, a mi pesar (Memorias de un señorito descolocado), de Gonzalo Torrente Ballester (1988), 500 páginas (papel).
Más de una vez he alabado a Torrente Ballester, del que anteriormente había leído una trilogía y una novela corta. Sin embargo, esta novela, con la que se llevó el Premio Planeta en 1988, me ha parecido su libro más flojo, con mucha diferencia. Lo empecé con ganas y me tuvo enganchada durante varios capítulos pero, finalmente, las peripecias de este señorito descolocado me parecieron algo sosas, pese a la maravillosa forma de escribir del autor.
- Mi planta de naranja-lima, de José Mauro de Vasconcelos (1968), 194 páginas (papel).
Precioso, no hay otra palabra. Esta historia, contada desde el punto de vista de un niño brasileño de cinco años, me ha encantado tanto que necesito explayarme, por eso le dedico una recomendación aparte.
- En busca del unicornio, de Juan Eslava Galán (1987), 280 páginas (papel).
Otro autor que me encanta y que me decepciona con su Premio Planeta. Es indudable la capacidad narrativa de Eslava Galán y su documentación histórica, pero a pesar de sus habituales toques de humor y la proeza de escribir simulando el castellano antiguo, este libro me resultó muy aburrido. Encima, me imaginé el final desde mitad de novela, por lo que no hubo sorpresa alguna. Cualquier otro libro del autor es infinitamente más recomendable que este.
- El sueño de una noche de verano, de William Shakespeare (1595), 64 páginas (papel).
Acostumbrada a las tragedias shakesperianas, me sorprendió mucho esta comedia, que se pone en cabeza de mis obras preferidas de Shakespeare. Me gusta mucho cuando introduce toques de fantasía, como en este caso son las hadas y duendes que trastocan la vida de los mortales. Esta obra es una parodia de la mitología clásica, en concreto del mito de Píramo y Tisbe (de algo me sirvió leer el libro de mitología a principios de mes). El enredo amoroso entre dos parejas es el eje central y me pareció divertidísimo. Shakespeare es un maestro de los diálogos y hay frases geniales. Sin duda, esta obra ha asentado los pilares de las tramas de muchas comedias románticas a lo largo de la historia.
- Asesinato en el Orient Express, de Agatha Christie (1934), 234 páginas (papel).
Si algo tienen las historias de Agatha Christie es que son muy amenas y adictivas, ya que desde la primera página consigue que el lector entre el juego e intente ser más listo que el detective, Hércules Poirot. Esta novela me sorprendió gratamente ya que a pesar de recurrir a todos los clichés del género, consigue romperlos de forma inesperada. Muy recomendable.
- El decameron, de Giovanni Bocaccio (1353), 510 páginas (papel).
Aunque, por la época en que fue escrito, es un libro de lectura compleja, tiene tantas cosas que comentar que le dedico esta reseña.
- El crisol,de Arthur Miller (1953), 102 páginas (digital).
Otro libro que me ha impactado este mes. Esta obra de teatro relata la caza de brujas en Salem, durante el s. XVII. Como no quiero que este libro pase desapercibido, también le dedico su propia recomendación.
Agosto
Géneros: Historias con toques biográficos, amor, fantasía, negra, fábula, espiritual, intimista, teatro y terror.
Fecha de publicación: Una en el s. XVII, tres en el s. XIX, siete en el s. XX y una en el s. XXI.
Nacionalidades de los escritores: Cuatro estadounidenses, un francés, dos ingleses, un indio, un alemán, una ucraniana, un español y un húngaro.
Número de páginas leídas: 2016.
Títulos e impresiones:
- Mujercitas, de Louisa May Alcott (1868), 294 páginas (papel). Nota: 8
Gracias al prólogo de mi edición, he podido comprobar los paralelismos de la vida de la autora con esta bonita historia. Cada capítulo tiene su moraleja, y aunque en momentos pueda resultar ñoña, el día a día de estas hermanas resulta muy entretenido.
- La dama de las camelias, de Alejandro Dumas (hijo) (1848), 284 páginas (papel).
Aunque me gustó, no acabó de convencerme. Esta historia también es bastante biográfica y, a pesar de ello, no acabé de creerme el amor que se narra. Me resultó más interesante el prólogo que señalaba las incoherencias entre el conservador carácter de Dumas y la peculiar relación con una amante, que inspiró su novela más conocida.
- Dentro del laberinto, de A. C. H. Smith (1986), 285 páginas (papel).
Con este libro no puedo ser objetiva. Crecí viendo, una y otra vez, la versión cinematográfica de esta historia, de la que después salió el libro (al revés de lo que suele pasar). Me parece una historia de fantasía muy entretenida, llena de aventuras y con moraleja final, que la hace muy recomendable para niños y jóvenes, o nostálgicos como yo.
- El talento de Mr. Ripley, de Patricia Highsmith (1955), 318 páginas (papel).
Hasta la mitad del libro no logré engancharme y el final me sorprendió tanto que no soy capaz de decir si me decepcionó o no. Es una de esas historias en las que deseas que el protagonista fracase (al menos eso me pasaba a mí). Highsmith logra plasmar el carácter frío del Ripley y durante toda la novela uno se pregunta si es un loco o un psicópata. Interesante.
- El libro de la selva, de Rudyard Kipling (1894), 206 páginas (papel).
Este libro está compuesto por varios relatos en los que los animales son los grandes protagonistas y, en varias ocasiones, las historias se narran desde su punto de vista. Solo por leer sus reflexiones sobre su mundo y el de los hombres, merece la pena. Famoso por la adaptación que Disney hizo de una de las historias, también es interesante descubrir cómo la historia de Mowgli no es tan dulce y tiene muchos más matices.
- Demian, de Herman Hesse (1919), 68 páginas (digital).
El comienzo de este libro me enganchó mucho, pero llegó un punto en el que me pareció que la trama se estancaba y tomó un rumbo que no me acabó de convencer. A pesar de las múltiples reflexiones espirituales, me dio la sensación de que todo se queda a medias y que la historia podía haber dado mucho más de sí.
- El baile, de Irène Némirovsky (1930), 36 páginas (digital).
Una historia sencilla y breve, pero muy bien escrita. Némirovsky demuestra que no hacen falta centenares de páginas para dotar de gran carga psicológica a sus personajes y hacer que el lector empatice con ellos. Muy recomendable.
- Un momento de descanso, de Antonio Orejudo (2011), 212 páginas (papel).
En esta novela, la línea entre ficción y realidad queda difusa. Orejudo muestra los claroscuros de la universidad en España y se sirve de originales registros para contar su historia. No me pareció un gran libro (el hilo conductor es un poco confuso), pero sí peculiar y entretenido.
- Divorcio en Buda, de Sándor Márai (1935), 190 páginas (papel).
La primera parte me pareció algo lenta, pero la segunda (una vez conocida la personalidad y hechos clave en la vida de los protagonistas) muy adictiva. Sin duda, Márai sabe profundizar en la psicología de los personajes y, al final, todo encaja y deja una grata sensación. Buena lectura.
- Macbeth, de William Shakespeare (1623), 70 páginas (papel).
Mi tercera lectura de Shakespeare y diría que la que más me ha gustado. Me encanta su forma de escribir y los elementos fantásticos que se añaden en esta obra. Una historia de traición y sangre que merece mucho la pena.
- Juan Salvador Gaviota, de Richard Bach (1970), 24 páginas (digital).
Curiosa historia narrada desde el punto de vista de una gaviota, que puede tener muchas lecturas al estar llena de simbolismos. Puede encontrarse muchos paralelismos religiosos, espirituales o, simplemente, de afán de superación y perfección. Y se lee de una sentada.
- La casa maldita, de H.P. Lovecraft (1924), 29 páginas (digital).
Esperaba mucho más, aunque imagino que en el momento que fue escrita estableció muchos pilares en la literatura del terror. El final me defraudó bastante, y a pesar de estar bien narrada, me pareció una idea muy desaprovechada.
Julio
Géneros: Realista, recopilatorio de artículos, realista-drama, realismo mágico, poesía, misterio, ensayo, negra.
Fecha de publicación: Tres del s. XIX, tres del s. XX y tres del s. XXI.
Nacionalidades de los escritores: Un ruso, cuatro españoles, un portugués, un indio y un estadounidense.
Número de páginas leídas: 2160.
Títulos e impresiones:
- El jugador, de Fiódor Dostoievski (1866), 207 páginas (papel).
Aunque me resultó entretenido la mayor parte del tiempo, es de esa clase de libros en los que piensas: esta historia, realmente… ¿de qué va? No vi muy definidas ni la trama ni los personajes, pero, como he dicho, me resultó entretenido e incluso divertido. El personaje de la abuela es, para mí, lo más destacable.
- Los soldados lloran de noche, de Ana María Matute (1963), 227 páginas (papel).
Un libro deliciosamente escrito. Aunque la trama me resultó algo confusa, la historia me gustó y la forma de contarla, muchísimo más. Es la segunda parte de la trilogía Los mercaderes, aunque yo la he leído de forma independiente y la he disfrutado igual.
- El último cuaderno, de José Saramago (2012), 281 páginas (papel).
Solo para saramaganianos como yo. Este libro recoge las entradas del blog que José Saramago escribió en sus últimos años. En sus páginas podemos acercarnos más a las ideas e inquietudes del autor, aunque yo prefiero sus obras puramente literarias.
- Marianela, de Benito Pérez Galdós (1878), 189 páginas (papel).
He quedado encantada con la forma de escribir de Pérez Galdós. Historia triste pero muy entretenida, que se lee con rapidez. Quizá ñoña para algunos, pero es un clásico de su género y de su época y, por tanto, tiene las virtudes y defectos propios de estos.
- El baile de las lagartijas, de David de Juan Marcos (2011), 349 páginas (papel).
Preciosa, sin más. Puro realismo mágico, y a mí me encanta el realismo mágico. Cada frase es para enmarcar. Es la primera novela de este autor y, sinceramente, me parece un debut impresionante. El único pero que le saco es que, entre tantas historias cruzadas, quizá le falte algo de consistencia al hilo conductor que las enlaza todas.
- El jardinero, de Rabindranath Tagore (1913), 117 páginas (papel).
Otra preciosidad. Por desgracia, mi edición es solo abreviaciones y paráfrasis de estos poemas, pero de todas formas, la poesía de Tagore es envolvente y bella. Reflexiones sobre el amor, la vida, la religión… Muy recomendable.
- IPoe (volumen 2), de Edgar A. Poe (1843-1845), 173 páginas (digital, móvil).
Es el primer libro que leo en el móvil, pero me ha encantado la experiencia. Esta aplicación recoge tres relatos de Poe: Hop Frog, El cuervo y El gato negro. Todo ello acompañado de una música idónea para sumergirnos en ese misterioso mundo y con increíbles ilustraciones y efectos. Una forma diferente y muy recomendable para releer los relatos de Poe.
- De la alpargata al seiscientos, de Juan Eslava Galán (2010), 477 páginas (papel).
Tercera parte de la cuatrilogía en la que Eslava Galán hace un recorrido del s. XX de España, compuesta por: Una historia sobre la Guerra Civil que no le va a gustar a nadie, Los años del miedo, De la alpargata al seiscientos y La década que nos dejó sin aliento. A falta de leer la última entrega, os recomiendo esta cuatrilogía.
- El cartero siempre llama dos veces, de James M. Cain (1934), 140 páginas (papel).
Le tenía tantas ganas a este libro que al final me ha dejado un poco fría. Al menos, el final consigue elevar el conjunto. Una historia de amor entre personajes miserables, que se vuelven más destructivos a medida que se enamoran más. Interesante, pero tampoco nada especial.
Junio
Géneros: humor, negra, epistolar-romántica, histórica, teatro, suspense.
Fecha de publicación: Una del s. XVIII, una del s. XIX, dos del s. XX y dos del s. XXI.
Nacionalidades de los escritores: Un estadounidense, cuatro españoles y un alemán.
Número de páginas leídas: 1699
Títulos e impresiones:
- El arpa de hierba, de Truman Capote (1945), 187 páginas (papel). Nota: 8
Una historia sencilla y entrañable. Un adolescente cuenta cómo el rocambolesco enfado entre sus dos tías pone patas arriba a un pueblo, todo ello con un toque de humor. Se lee en poco tiempo y deja una sonrisa en los labios. Recomendable, como todo lo escrito por Capote.
- El invierno en Lisboa, de Antonio Muñoz Molina (1987), 191 páginas (papel).
Esta ha sido mi primera novela del autor recientemente galardonado con el premio Príncipe de Asturias. Aunque he de reconocer que escribe muy bien, para mí esta novela ha sido una gran decepción. Las motivaciones de los personajes no quedan claras, me resultó imposible enfatizar con ninguno de ellos ni llegar a comprender el amor entre los dos protagonistas. En conflicto tampoco está demasiado desarrollado y mi sensación fue que la novela se queda a medias en todos los aspectos.
- Las penas del joven Werther, de Goethe (1774), 140 páginas (papel).
Esta novela narra la creciente pesadumbre de Werther por un amor inalcanzable, a través de breves cartas. Es un ejemplo de romanticismo clásico, género bastante recurrente en el s. XVIII. Me sorprendió saber que esta novela provocó suicidios masivos, ya que muchas personas se sintieron identificadas con el sufrimiento del joven Werther, puesto que hoy en día no es tan habitual esa exaltación del amor que aboca al enamorado a la locura o la muerte.
- El tiempo entre costuras, de María Dueñas (2009), 634 páginas (papel).
Las primeras dos partes de esta novela se me hicieron muy pesadas y las dos últimas lograron engancharme algo más. María Dueñas apunta maneras a la hora de escribir, aunque en mi opinión, queda mucho por pulir (más de una frase sonaba rara y tenía que releerla varias veces para comprenderla). En todo caso, la documentación histórica es interesante y el mayor punto a favor de esta novela.
- Don Juan Tenorio, de José Zorrilla (1844), 184 páginas (papel).
Lectura rápida y amena. Esta archiconocida historia está repleta de frases que han pasado a la posteridad y solo por eso ya merece la pena ser leída.
- El brillo de las luciérnagas, de Paul Pen (2013), 363 (papel).
Segunda novela de este prometedor autor español. Historia inquietante que logra mantener la intriga de principio a fin. Al ser contada desde el punto de vista de un niño de diez años resulta muy entrañable y le da el toque mágico característico de la infancia. Merece la pena, muy adictiva.
Mayo
Géneros: Antología de cine, crítica social, drama erótico, fantasía épica.
Fecha de publicación: Dos en el s. XXI, uno en el s. XX y otro en el s. XVIII.
Nacionalidades de los escritores: Un alemán, dos estadounidenses y un francés.
Número de páginas leídas: 2079
Títulos e impresiones:
- Lo mejor del cine de los 80, de Jürgen Müller (2005), 352 páginas (papel).
Esta antología de cine da un repaso a las películas más destacadas de los años ochenta, con muchas fotografías y curiosidades. He descubierto más de una película y me han entrado ganas de verlas, o de revisionar otras. Eso sí, si odiáis los spoilers, no os acerquéis a este libro, porque durante los análisis de las películas hace bastantes.
- Las uvas de la ira, de John Steinbeck (1939), 443 páginas (digital).
Gran novela y, desgraciadamente, muy actual. Relata la penosa situación económica, laboral y social de los años posteriores al crack del 29. Os hablo de ella en esta reseña.
- Los infortunios de la virtud, de Marqués de Sade (1787), 174 páginas (papel).
Tenía mucha curiosidad por leer a este autor. Es evidente que esta historia tuvo que ser muy polémica en su época, aunque la elegancia con la que está escrita haga que hoy en día nos parezca suave, a pesar de las situaciones extremas que relata. No me ha gustado su final moralizador porque, en mi opinión, echa por tierra toda la provocación anterior. Mi edición tenía un interesante prólogo sobre el Marqués de Sade, ya que para entender su obra es imprescindible saber sobre su vida y contexto social.
- Tormenta de espadas, de George R. R. Martin (2000), 1110 páginas (papel).
Tercera parte de la archiconocida saga de Canción de hielo y fuego. Sin duda, Martin es el rey de los giros argumentales y las muertes sorpresa, por lo que consigue mantener la atención y descolocar al lector continuamente. Pese a su larga extensión, es una saga muy adictiva. Ojalá su escritor no muera sin concluirla y nos deje con las ganas de saber el imprevisible desenlace de este juego de tronos.
Abril
Géneros: Ficción histórica, aventuras, realismo mágico, ciencia-ficción, cómic, esperpento.
Fecha de publicación: Dos en el s. XIX , cuatro en el s. XX y uno en el s. XXI.
Nacionalidades de los escritores: Tres españoles, dos estadounidenses, un inglés y un mexicano.
Número de páginas leídas: 1677.
Títulos e impresiones:
- Leyenda del César Visionario, de Francisco Umbral (1991), 191 páginas (papel).
No había leído nada de Francisco Umbral, pero después de descubrirlo con este libro, pienso seguir leyéndolo. Es indudable que este autor tenía un manejo magistral del castellano y da gusto leer frases tan elaboradas y salpicadas de un humor sarcástico. A través de personajes reales (Franco y falangistas intelectuales de la época) y otros inventados como Francesillo (republicano que ha de luchar en el bando nacional), Umbral nos muestra un retrato costumbrista de una España en plena Guerra Civil que a mí, personalmente, me encantó. Un cóctel de ficción e historia donde la línea entre ambas queda difusa gracias a unos personajes y un argumento bien construidos.
- Relato de Arthur Gordon Pym, de Edgar Allan Poe (1838), 198 páginas (papel).
Tenía curiosidad por leer la que fue la única novela de Edgar Alla Poe, pero he de reconocer que prefiero sus relatos cortos. Aunque la trama en sí me parecía original, no llegué a engancharme en ningún momento. Quizá fue por la forma en que está escrita y porque (ya me he dado cuenta) las aventuras marítimas no es un tema que me interese demasiado. Eso sí, su final abrupto e inesperado me pareció lo mejor. De haber empezado ahí, en vez de concluir, seguramente me hubiera quedado mejor sabor de boca.
- Lo que el viento se llevó, de Margaret Mitchell (1936), 597 páginas (digital).
Sin duda, mi mejor lectura de este mes. Esta novela es un retrato extenso y detallado de la guerra de secesión estadounidense, narrado desde el punto de vista del bando perdedor. Tengo tanto que decir sobre ella, que le dedico su propia entrada.
- El llano en llamas, de Juan Rulfo (1953), 125 páginas (digital).
Bajo este título se recogen varios cuentos de Juan Rulfo. El punto común de todos ellos es que están protagonizados por campesinos pobres y miserables, que no dan ningún valor ni a la muerte ni a la vida y que subsisten en una tierra árida de la que ya nada esperan. A pesar de estar plagado de expresiones populares mexicanas que complican su lectura para quien no esté familiarizado con ellas, es una lectura interesante. Unos cuentos atrapan más que otros y, en ocasiones, algunos entrelazan las historias ya leídas entre sí, por eso es una lectura que requiere atención y más de una relectura para sacarle todo el jugo.
- La guerra de los mundos, de H.G. Wells (1898), 196 páginas.
Esta novela es un referente en ciencia ficción porque fue la primera que narró la historia de una invasión alienígena en la Tierra, premisa tan utilizada después en cine y literatura. Escrita como si se tratara de un hecho ocurrido en realidad, tiene partes muy interesantes, aunque hoy en día rechine que los humanos se defiendan de los marcianos a base de cañonazos, pero claro, eran otros tiempos. A pesar de ser una novela corta, se me hizo tediosa en algunos tramos, por lo que la valoro más por lo que supuso en su momento que como lectura imprescindible, pues en mi opinión, no lo es.
- Simiocracia, de Aleix Saló (2012), 144 páginas (papel).
Conocía a Aleix Saló por sus book trailers, tan visitados en youtube, y tenía ganas de hacerme con uno de sus cómics. Empecé por el segundo ya que el primero está agotado, y la verdad es que, tarde o temprano, pienso comprarme los que me faltan. Está claro que es un repaso superficial a los problemas que en la actualidad estamos sufriendo y el autor es el primero en decirlo, pero toca puntos clave y hace recordar noticias pasadas que gracias al poder de los medios ya han caído en olvido. Por todo ello, aunque sea una lectura rápida, con dibujitos, y toques de humor, deja cierto poso y nos abre un poco más los ojos ante esta farsa que nos rodea. Para mí, una lectura muy recomendable.
- Tirano Banderas, de Valle-Inclán (1926), 226 páginas (papel).
Esta es la obra cumbre del esperpento, escrita por el propio creador del género. Cuenta la historia de un despiadado dictador sudamericano, un pueblo que se quiere sublevar, un ministerio español que prefiere desentenderse del tema y unos cónsules extranjeros que reclaman una solución al conflicto que se ajuste con sus intereses. La sucesión de personajes y la escritura rimbombante y plagada de expresiones sudamericanas, complica la lectura de esta historia. Destila crítica y el humor característico del esperpento y lleva sus personajes al extremo para mostrar su lado más absurdo y miserable. Pero el esfuerzo que supone su lectura, merece la pena.
Marzo
Géneros: Ciencia-ficción, aventuras, romántica, realista y filosófica.
Fecha de publicación: Tres en el s. XIX y dos en el s. XX.
Nacionalidades de los escritores: Tres franceses, una inglesa y un colombiano.
Número de páginas leídas: 2459.
Títulos e impresiones:
- Viaje al centro de la tierra, de Julio Verne (1864), 544 páginas (digital).
Por fin me estreno con Verne y me ha gustado mucho su estilo. Con un inicio muy adictivo, la historia se ralentiza durante el descenso de los protagonistas al interior de la Tierra, para volver a coger ritmo en el tramo final de la historia. Aunque se me hizo un poco pesado en algunas ocasiones, me he quedado con ganas de más Verne.
- El extranjero, de Albert Camus (1942), 39 páginas (digital).
Esta novela me recuerda mucho a El túnel, de Ernesto Sabato, con la que comparte muchas similitudes y un personaje de las mismas características. En este caso, al protagonista, el señor Meursault, no le conmueve nada: ni la muerte de su madre ni matar a un hombre. El autor trataba de plasmar la apatía de un individuo que no se siente parte de su sociedad. Esta lectura consigue desasosegar, aunque desde mi punto de vista engancha más la novela de Sabato. No obstante, es muy recomendable.
- Los tres mosqueteros de Alejandro Dumas (1844), 1497 páginas (digital).
Me he llevado una muy grata sorpresa con mi primera novela de Dumas. A pesar de ser una historia larga, se me hizo muy amena ya que no paran de suceder cosas. Me gustaron los personajes, sus conversaciones y el sentido del humor que lo inunda todo. Por ello, podéis encontrar una recomendación más extensa.
- Cumbres borrascosas, de Emily Brontë (1847), 285 páginas (papel).
Otra gran sorpresa. Había oído hablar mucho de este clásico de la novela romántica, que muchos definen como romanticismo en estado puro, por lo que temía encontrarme con una historia tópica y edulcorada, pero nada más lejos de la realidad. Cumbres Borrascosas es una historia de personajes crueles, que priorizan su propio bienestar a costa del amor. Hasta tal punto es así que yo, personalmente, no la catalogaría como romántica, ya que es una historia que abarca mucho más y en la que el sentimiento del amor suele quedar en segundo plano muchas veces.
- El coronel no tiene quien le escriba, de Gabriel García Márquez (1961), 94 páginas (papel).
Esta novela corta se lee en un rato y, aun así, permanece en el recuerdo. La historia pertenece al universo Macondo creado por el autor, y cuenta la historia de un viejo coronel que vive pendiente de una carta que le salvará de su miseria. Una lectura muy recomendable, sobre todo por las conversaciones del coronel y su mujer. ¿Lo peor? Que es tan corta que te quedas con ganas de más.
Febrero
Géneros: Filosófico, policíaco, romántico, negra, aventuras y realista.
Fecha de publicación: Dos en el s. XIX, seis del s. XX y una del s. XXI.
Nacionalidades de los escritores: Tres estadounidenses, dos escoceses, un portugués, un indio, un argentino y una inglesa.
Número de páginas leídas: 2278.
Títulos e impresiones:
- Manual de pintura y caligrafía, de José Saramago (1997), 286 páginas (papel).
Aunque Saramago es uno de mis autores favoritos, he de reconocer que este libro tardó mucho en engancharme. Mi desconocimiento sobre pintura hizo que me perdiera en sus digresiones al respecto, que ocupan la primera mitad de la novela. No obstante, sus reflexiones sobre temas tan diversos como si nuestra profesión nos define, la relación entre artista y obra, la amistad o la vida en una sociedad dictatorial llegando a su fin (en este caso, la portuguesa), merecen ser leídas.
- Su último saludo en el escenario, de Sir Arthur Conan Doyle (1917), 198 páginas (papel).
Libro recopilatorio de varios casos de Sherlock Holmes, incluyendo su última aventura. Las peripecias de Holmes siempre son amenas y la personalidad de este famoso detective es de lo más fascinante y divertida.
- Orgullo y prejuicio,de Jane Austen (1813), 361 páginas (digital).
Por fin leí este clásico que es más que una historia de amor. Como su nombre indica, orgullo y prejuicio son las palabras clave de esta historia, donde las primeras impresiones pueden llevar a engaño y las apariencias muchas veces no son lo que parecen. Para mí, lo mejor fue el matrimonio Bennet, cuyas conversaciones me parecieron divertidísimas. Jane Austen estaba dotada de un gran sentido del humor y de una gran capacidad para describir y criticar la sociedad de su época.
- Gora: Una juventud en la India, de Rabindranath Tagore (1910), 333 páginas (papel). Nota: 8’5
Enfrentarme a una novela del filósofo Tagore me causaba mucho respeto, pero nada más lejos de la realidad. Gora es un libro de muy fácil lectura, con una historia muy amena que entremezcla historias de amor, descripción de la Calcuta de la época como crisol de culturas y religiones y reflexiones sobre Dios y la vida que dan que pensar. Os cuento más aquí.
- El túnel, de Ernesto Sabato (1948), 64 páginas (digital).
Libro corto y adictivo donde su protagonista nos habla sin tapujos de su asesinato a una mujer. En sus páginas, nos relata su visión cínica del mundo y de las circunstancias y sentimientos que le llevaron a actuar así. Muy recomendable.
- A sangre fría, de Truman Capote (1966), 241 páginas (digital).
Increíble. Uno de los mejores libros que he leído en mi vida y que supuso un hito tanto en la literatura del siglo XX como en el periodismo. Esta obra maestra de Capote se merece una recomendación aparte.
- La isla del tesoro, de Robert Louis Stevenson (1883), 434 páginas (digital).
Nunca es tarde para leer un libro así. Aunque suele estar catalogado de infantil, considero que un adulto puede disfrutarlo igualmente. Es una trepidante historia de aventuras que sentó las bases de la simbología que asociamos a los piratas: los loros, los tesoros escondidos, las patas de palo, todas esas ideas tan arraigadas nacen de este libro. Por eso y mucho más, se ha erigido como un clásico de la literatura.
- Psicosis, de Robert Bloch (1959), 183 páginas (papel).
Mundialmente conocido por la película, este libro es una pequeña joya que, sin muchos giros ni ornamentos, consigue mantener el suspense hasta el final. Norman Bates es un grandísimo personaje y su retrato psicológico en este libro merece ser leído. Obviamente, quien haya visto la película o conozca el archifamoso final de la historia, no lo disfrutara igual, pero aún así lo recomiendo. Eso sí, si no se sabe nada de Psicosis, es una novela de suspense imprescindible.
- Brooklyn Follies, de Paul Auster (2005), 178 páginas (digital).
Este libro demuestra que no hacen falta grandes historias para que un libro te atrape. Su protagonista me ha cautivado totalmente el corazón y solo por él vale la pena leerlo. Me ha gustado la forma de escribir de Auster: cercana, humana, cínica. Por supuesto, no será lo último que lea de él. Este libro habla de las pequeñas coincidencias que pueden cambiar el rumbo de nuestras vidas en un instante. Es un alegato a la vida: por mal que vayan las cosas y aunque parezca que ha llegado el final, la vida siempre está dispuesta a sorprendernos e, incluso, concedernos una segunda oportunidad.
Enero
Géneros: Ciencia-ficción, realismo mágico, aventuras, humor, terror y amor.
Fecha de publicación: Cuatro en el s. XX y cuatro en el s. XXI.
Nacionalidades de los escritores: Cuatro autores estadounidenses, uno colombiano, uno jordano, y dos españoles (nota mental: ¿Y qué pasa con las autoras?).
Número de páginas leídas: 2492.
Títulos e impresiones:
- Next, de Michael Crichton (2007), 497 páginas (papel).
Escrito de manera simplona, con demasiados personajes y tantas tramas abiertas que no permite adentrarse casi en ninguna ni empatizar con los personajes. Idea totalmente desaprovechada y alguna reflexión interesante que no halla su lugar dentro de una historia poco definida. ¿Lo mejor? El mono y el loro.
- Todos los cuentos,de Gabriel García Márquez (2012), 509 páginas (papel).
Este libro es una joya que recoge todos los cuentos del autor desde los años cuarenta hasta los años ochenta. Me ha gustado tanto que le he dedicado una reseña.
- El contador de historias, de Rabih Alameddine (2008), 660 páginas (papel).
Lo llaman «Las mil y una noches del siglo XXI» y eso es decir demasiado. Es un libro entretenido pero irregular. Al componerse de tantas historias no todas tienen el mismo gancho. Además, su línea temporal es bastante desordenada (con flashbacks y requeteflasbacks), lo que puede llegar a hacernos perder el hilo.
- El viaje íntimo de la locura, de Roberto Iniesta (2009) 230 páginas (digital).
Un viaje reflexivo y sorprendente que se merece una recomendación aparte.
- El diario de Adán y Eva, de Mark Twain (1909) 19 páginas (digital).
Una historia corta y de ágil lectura. El comienzo es prometedor, pero se va desinflando. Mucho más gracioso –a mi parecer– el diario de Adán que el de Eva. Idea muy desaprovechada.
- El resplandor, de Stephen King (1977) 384 páginas (digital).
Una historia inquietante y totalmente adictiva. Mucho más que una historia de terror al uso, por eso le dedico su reseña.
- San Manuel Bueno, mártir, de Miguel de Unamuno(1931) 86 páginas (digital).
Novela corta que invita a la reflexión: ¿para qué sirve la religión?, ¿qué significa creer?, ¿la gente necesita creer en algo para ser feliz? Pese a algunas grandes frases y estar tan bien escrita, en mi opinión, pudo dar mucho más de sí y deja con ganas de más.
- El cuaderno de Noah, de Nicholas Sparks (1996) 107 páginas (digital).
Una historia de amor sencilla y emotiva. Quizá no todos tengan la ocasión de vivir un amor tan incondicional como el que se narra, pero su parte amarga es tan cercana y posible, que es inevitable que nos emocione.
CONCLUSIONES DE MIS LECTURAS DE 2013
He leído 89 libros y un total de 24 905 páginas, es decir, 16 libros y 849 páginas más que en 2012.
Época en la que se publicaron
Aunque los publicados durante el s. XX han ganado por goleada, creo que nunca había leído libros de épocas tan variadas: el libro más antiguo (El Decameron) data de 1353, y el más actual (Los guardianes del Equilibrio) se publicó a finales de 2013.
Géneros más leídos
Hasta que una no se pone a clasificar libros, no se da cuenta de lo difícil que es catalogar a algunos de ellos. Por lo que decidir en qué género metía cada lectura ha sido bastante subjetivo. Las historias con marcado carácter psicológico, en las que se plantean dilemas morales o se reflexiona sobre diversos aspectos de la vida, son las que más llaman mi atención. Me sorprende haber leído tantos libros de relatos (del mismo autor o recopilatorios de varios autores), ya que me tira más la novela, pero siempre vienen bien para aprender y buscar inspiración. También he leído algo de poesía, clásicos infantiles, realismo mágico o memorias.
País de procedencia de los autores leídos
Los autores estadounidenses se han impuesto a los españoles por muy poco. Aparte de ingleses, franceses, indios y alemanes, también he leído a escritores de Rusia, Italia, Portugal, Colombia, Jordania, Nicaragua, Argentina, Brasil, Hungría, México, Escocia, Ucrania, República Checa… En la variedad está el gusto y en futuras lecturas espero descubrir la literatura de nuevos países.
Lo mejor
De las 89 lecturas, 61 han sido en formato papel y 28 en formato digital, lo que demuestra de nuevo mi adicción a los libros como objeto, pero también que no hago ascos al libro electrónico. Una buena historia se disfruta igual en un formato u otro. De hecho, cinco de mis sietes mejores lecturas de este año las leí en digital. Y como no podía faltar en este balance lector, doy paso a mis 7 libros favoritos de 2013, esos que me han atrapado entre sus páginas y me han dejado huella:
A sangre fría, de Truman Capote (1966)
El resplandor, de Stephen King (1977)
Los tres mosqueteros, de Alejandro Dumas (1844)
Lo que el viento se llevó, de Margaret Mitchell (1936)
Las uvas de la ira, de John Steinbeck (1939)
El sueño de una noche de verano, de William Shakespeare (1595)
Mi planta de naranja-lima, de José Mauro de Vasconcelos (1968)
Lo peor
Pero si hablamos de lo mejor, también hay que hacer mención a lo peor, es decir, esas lecturas con las que me aburrí muchísimo y estaba deseando acabar para alejarlas de mí:
Next, de Michael Crichton (2007)
La guerra de los mundos, de H.G. Wells (1898)
Relato de Arthur Gordon Pym, de Edgar Allan Poe (1838)
El tiempo entre costuras, de María Dueñas (2009)
El invierno en Lisboa, de Antonio Muñoz Molina (1987)
En busca del unicornio, de Juan Eslava Galán (1987)
Cristal oscuro, de A. C. H. Smith (1983)
Retos para el 2014
¿Cuáles son mis retos lectores para 2014? Sobre todo, leer el máximo de libros que pueda de mi lista de eternos pendientes y a más mujeres escritoras (en 2013 solo han sido 11, a las que hay que sumar las autoras de varios relatos de los recopilatorios). Sospecho que no superaré el número de libros leídos este año, ya que muchas de esas lecturas serán largas y densas, aunque seguro que muy gratificantes.
Ahora os toca a vosotros contarme vuestro balance lector de 2013. ¿Cuáles han sido vuestras mejores y peores lecturas? Animaos a compartir vuestras lecturas conmigo. Seguro que conseguiréis aumentar mi interminable lista de libros que quiero leer.
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