Llega la undécima entrega de #UnAñoDeAutoras. En esta ocasión, tengo el placer de entrevistar a Montse Godrid, autora de Besadas por el fuego, una novela que mezcla varios géneros literarios, entre ellos, el realismo mágico.
Entrevista a Montse Godrid
Hola, Montse, bienvenida a Relatos Magar. En primer lugar, me gustaría que te presentaras contándonos a qué te dedicas y desde cuándo escribes.
Me gano la vida de una forma tan prosaica como es la de trabajar en la Administración General del Estado. Espero que la actividad burocrática no acabe secando la parte creativa de mi cerebro, pero me consuelo pensando que Cervantes fue una especie de funcionario en su época, dado que fue recaudador real a finales del siglo XVI en Andalucía, y justo después publicó El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.
Escribo desde que tengo uso de razón. Y, antes de aprender a escribir, inventaba historias que contaba a mi familia con la ayuda de dibujos que iba pasando a medida que transcurría la narración. No hubo un momento en mi vida en el que decidiera escribir, es algo que hago.
VISIBILIDAD DE LAS AUTORAS
¿Has sufrido el síndrome del impostor? Si es así, ¿cómo lo superaste?
No lo he sufrido y lo que espero es no llegar a padecer el contrario (desconozco cómo se denominará, pero podríamos llamarlo síndrome del postor): personas que creen que merecen un poco más de éxito o, por lo menos, de visibilidad de su obra.
¿Crees que las escritoras sufrimos el síndrome del impostor más que nuestros compañeros de oficio? ¿Por qué?
Partiendo de la base de que generalizar siempre es equivocarse, voy a decir, sabiendo de antemano que en algún caso erraré, que supongo que las mujeres sufrimos menos el síndrome del impostor que nuestros compañeros de oficio porque nos lo curramos más. Para alcanzar los mismos puestos o reconocimiento que los hombres, hemos tenido que trabajar el doble. Recuerdo una frase de Ginger Rogers en la que decía que cobraba la mitad que Fred Astaire, cuando ella hacía lo mismo, pero, además, hacia atrás y con tacones. Es algo que sigue ocurriendo: las mujeres sufrimos más el techo de cristal que el síndrome del impostor.
En la época estudiantil, apenas se mencionan nombres y obras de escritoras y, según datos estadísticos, el 67 % de los autopublicados son mujeres, mientras que el 68 % de las publicaciones de las editoriales tradicionales están escritas por hombres. ¿Has percibido alguna vez esa desigualdad literaria? ¿Qué cambios opinas que serían necesarios para alcanzar una igualdad real?
Todos observamos este trato desigual que comentas entre hombres y mujeres. Besadas por el fuego, que es la novela que acabo de autopublicar, está protagonizada por mujeres relevantes que no se estudian en los libros de Historia, como Aspasia de Mileto. Los datos que aporto de los personajes históricos son verídicos, por lo que se puede aprender algo de sus vidas. Espero que a las mujeres jóvenes, y no tanto, les sirva de inspiración conocer la existencia de mujeres valientes e inteligentes, pero silenciadas con el paso de los siglos.
Creo que lo único que puede operar un cambio real en la sociedad es la educación, y para ello debemos empezar por revisar los libros de texto.
¿Qué consejo le darías a una escritora que acaba de iniciarse en el mundo literario?
Yo misma preferiría recibir consejos a darlos, así que le diría lo obvio: que disfrute. La vida es muy corta. Que experimente y observe, esa mezcla es el mejor caldo de cultivo para las ideas. Como consejo práctico recomiendo tener siempre a mano una libreta para que no se pierdan las ideas buenas que surgen a lo largo del día.
PROCESO DE ESCRITURA
¿Sueles hacer escaleta antes de ponerte a escribir o te dejas llevar?
Soy una escritora muy metódica, aunque demasiado indisciplinada. Hago resumen, escaleta, ficha de personajes… Todo aquello que creo que puede servir para estructurar correctamente la historia.
¿Tienes alguna rutina para escribir?
Me encantaría tener rutina, pero mi falta de disciplina me lo impide. Donde puedo y cuando puedo, es mi única norma a la hora de escribir. En varias ocasiones me he levantado de la cama de madrugada para ponerme a escribir porque ha aparecido en mi mente el final de una escena. Alguna vez he apagado el fuego mientras cocinaba porque un personaje tenía ganas de decir algo… Picasso dijo: «Cuando llegue la inspiración, que me encuentre trabajando», a lo que yo añado: o en su defecto, con una libreta cerca.
¿Cómo afrontas el proceso de corrección y cuánto tiempo le dedicas?
El proceso de corrección me podría llevar toda la vida: entro en un bucle del que no sé salir. Así que me pongo una fecha límite y, con todo el dolor de mi corazón por no poder seguir cambiando comas de sitio, la cumplo.
A Leonardo Da Vinci le atribuyen la frase: «Un cuadro no se termina, se abandona». Es lo que creo que hay que hacer en algún momento de todo proceso creativo.
¿Tienes lectores cero?
¿Que si tengo? Si no los tuviera nunca habría podido dar por terminado algún texto. Mis principales lectores cero son mi hermana (Mónica) y mi marido (Tito). En esta ocasión he contado además con mis amigos Arturo Moncho y David Picó. Junto con la inestimable ayuda de mi tío Pepe.
Necesito otros puntos de vista para conseguir que el texto sea inteligible para los lectores en general. Al tener yo la historia en la cabeza, y tender a ser lo más escueta posible para que prime el ritmo en la narración, me ocurre que omito información necesaria para la comprensión de la historia. Mis lectores cero, entre otras cosas, me indican lo que no se entiende o creen que necesita más descripción para ser comprendido del todo.
¿Qué aprendiste en tu primera incursión literaria?
De mi primera incursión literaria aprendí lo difícil que es darse a conocer con el marco editorial actual. Que resulta casi imposible para un autor novel que una editorial convencional apueste por tu obra. Y la cantidad de talento y compañerismo que hay entre los escritores autopublicados.
BESADAS POR EL FUEGO
¿Cómo te surgió la idea de Besadas por el fuego?
Viendo Cuarto Milenio, por ese motivo le hago un pequeño homenaje a Iker Giménez en la novela.
En mi cabeza hay constantemente una voz que está haciendo preguntas, pero no profundas y reflexivas, sino más bien del tipo: «¿qué me gusta más la Fanta de naranja o la de limón?». Al fondo de la imagen apareció un busto de la Dama de Elche y me pregunté: «¿quién sería la mujer representada en esa piedra?». Y hasta ahí puedo decir sin destripar parte del argumento. Todos los hilos narrativos de los que consta Besadas por el fuego, de diferentes formas estaban ya en mi cabeza. El proceso creativo de una novela es para mí como tirar un montón de piezas de puzle al aire, y que al caer formen mágicamente una figura. Hay un clic en mi imaginación y, de repente, toda la historia está lista para ser escrita.
Aspasia de Mileto, María Magdalena y la reina Blanca de Anjou son las protagonistas de tu novela. ¿Por qué elegiste estos tres personajes históricos?
Podría hablar, y me encantaría hacerlo, de cientos de mujeres importantes a lo largo de la Historia de las que poco o nada se ha oído. Elegí a estas tres mujeres en concreto porque encajaban mejor en la historia que quería contar.
Tu novela transcurre a lo largo de veintiocho siglos, ¿cómo te has documentado?
El proceso de documentación fue más largo que el de escritura y corrección juntos. Considero importante cuando se escribe novela histórica que los datos aportados sean fieles a la realidad y que los personajes descritos sean coherentes con las personas que existieron. Así que tuve que leer mucho para no acabar escribiendo alguna inexactitud. Estoy muy orgullosa de que expertos en Historia y arqueología hayan leído la novela y me hayan felicitado por la documentación de esta.
En Besadas por el fuego confluyen varios géneros literarios: ficción histórica, intriga, romance, realismo mágico… ¿Cómo has logrado mantener el equilibrio?
No me gustan las etiquetas porque creo que son los barrotes imaginarios, pero más difíciles de franquear que los físicos, que nosotros mismos creamos en nuestras mentes y nos impiden tomar decisiones con libertad. Así que trato de no definir el género literario mientras estoy escribiendo. A la hora de publicar es cuando me surge la duda de cómo encasillar la obra.
¿En cuál de todos esos géneros te sientes más cómoda?
Sin lugar a duda, en el realismo mágico. Es un espacio casi onírico en el que me siento más libre, como si hubiera encontrado el lugar al que realmente pertenezco.
Dicen que todos los autores tienen temas recurrentes, ¿cuáles son los tuyos?
El amor, Dios, la casualidad y el perdón. Supongo que todos tenemos temas sin resolver, alrededor de los cuales giran nuestras ideas.
¿Tienes previsto publicar otras obras próximamente? ¿Presentándote a premios, autopublicando o mediante editorial?
Tengo previsto seguir escribiendo…, más que nada porque no puedo evitarlo, pero no estoy segura de si volveré a publicar. Me encantaría ganar algún premio literario o que alguna editorial apostara por publicar una de mis novelas, pero no es algo que dependa exclusivamente de mí. El proceso de autopublicar desgasta mucho y espero volver con energías renovadas tras escribir mi siguiente novela para volver a afrontarlo.
¿Qué metas te gustaría alcanzar en tu carrera literaria?
Me resultó muy inspirador el discurso que Mircea Cartarescu pronunció al recoger el Premio Formentor de las Letras hace poco más de un mes. Estoy segura de que nadie quedará indiferente tras leer la historia del lápiz que el escritor narra con tanto acierto en el texto. Dijo al final de este, que admiraba a los autores «que han traído belleza al mundo no creándola, sino alumbrándola». Eso me gustaría ser capaz de hacer: alumbrar la belleza.
REALISMO MÁGICO
¿Crees que las etiquetas de realismo mágico y fantasía cierran puertas en la literatura adulta? ¿Por qué?
Sí creo que el realismo mágico cierra puertas en la literatura adulta, por lo que intento mezclarlo con otros géneros literarios para hacer los textos más apetecibles. No estoy segura del motivo de que esto ocurra, aunque me gusta pensar que Momo, protagonista de la novela homónima de Michael Ende, diría algo como que en las mentes de los hombres grises no puede entrar la fantasía.
¿Qué crees que aporta la fantasía a las historias realistas en general y a tu novela en particular?
Como un pellizco de sal en el chocolate caliente, un poco de fantasía potencia el sabor de la realidad en una historia.
¿Qué libros de realismo mágico recomiendas para enamorarse del género?
Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, Como agua para chocolate, de Laura Esquivel o La casa de los espíritus, de Isabel Allende.
UN TOQUE MÁS PERSONAL
Autora o autor preferido.
Isabel Allende.
¿Qué estás leyendo justo ahora?
La extraordinaria familia Telemacus, de Daryl Gregory. Me está pareciendo brillante. Soy una lectora ecléctica que lee cualquier libro que caiga en mis manos, sin importar el género literario o los galardones obtenidos.
Tus tres libros favoritos.
El principito, de Antoine de Saint-Exupéry, El amor, las mujeres y la vida, de Mario Benedetti y Eva Luna, de Isabel Allende.
Defínete como escritora en tres palabras.
Aprendiza, perfeccionista y audaz.
Defínete como persona en tres palabras.
Romántica, inconformista y curiosa.
¿Qué es para ti la literatura?
El medio más placentero para la evasión.
Muchas gracias, Montse Godrid, por unirte a la iniciativa #UnAñoDeAutoras. Si quieres añadir algo más, adelante.
Gracias por esta entrevista. Tus preguntas me han parecido inteligentes y me he divertido mucho contestándolas.
Me gustaría enviar un abrazo a todas las mujeres valientes, para darles ánimos en su empeño de dejar de ser invisibles.
Si quieres saber más sobre Montse Godrid y su novela, Besadas por el fuego, síguela en Facebook.
¿Te animas a leer Besadas por el fuego?
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¿Quieres leer Las semillas del rencor?
Escondido entre montañas, Pesinistra es un pueblo hostil incapaz de sacudirse los prejuicios. De Elisa dicen que lleva el demonio dentro por el color de su pelo. Ella no está dispuesta a tolerar su desprecio y se marcha a la gran ciudad. Pero allí no encuentra un futuro mejor y regresa al pueblo, donde solo le queda la mala vida que le vaticinaron.
Armada con el odio que han sembrado en ella, hará un juramento que sellará el destino de sus descendientes y de Pesinistra.
Adéntrate en esta saga familiar de realismo mágico en la que cinco mujeres buscan su lugar en el mundo.
2 Comments
Si pudiera elegir, por supuesto que me decantaria por una editorial, pero desde la aparicion de Amazon en el mercado, es imposible que una editorial apueste por una autora novel. Espero tener mas suerte tras haber autopublicado una novela.
Imposible no es; difícil, sí. Lo importante es ofrecer al lector un libro de calidad, tanto en contenido como en edición, con independencia de que lleve el sello de una editorial o sea autopublicado.
Suerte en tu carrera literaria.
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