Que las preposiciones son más puñeteras de lo que parecen ya te lo dije. Pero, como tienen tela, hoy vuelvo a hablar sobre ellas. Seguro que en el colegio te las aprendiste de memoria, pero es probable que tus profesores no hicieran hincapié en cómo combinar preposiciones y verbos o preposiciones y locuciones. Como todo en esta vida, de nada sirve memorizar sus nombres si no sabes utilizarlas en el momento oportuno. Y, por lo que veo en mis correcciones, es un error frecuente. Así que voy a hacer una lista con las confusiones más habituales.
Preposiciones y verbos
Agarrarse de/agarrarse por/agarrarse a/agarrarse en
El verbo «agarrarse» y similares pueden ser combinados con varias preposiciones. Elegir una u otra dependerá de lo que quieras expresar. Por ejemplo, cuando solo indiques qué se está agarrando, puedes usar indistintamente «a» o «de».
Se agarró del poste para no salir volando.
Se agarró al poste para no salir volando.
Cuando especifiques la parte por la que se agarra, usa las preposiciones «de» o «por»:
Lo agarré del cinturón para que no cayera al vacío.
Lo agarré por el cinturón para que no cayera al vacío.
Sin embargo, cuando significa quedarse sujeto o adherirse, la preposición correcta es «en»:
Esos neumáticos no agarran en esta pista.
Alegrar que/alegrarse de/alegrarse por/alegrarse con
En el artículo sobre los errores en el uso de los verbos, ya te dije que debes tener cuidado con los que pueden ser pronominales o no pronominales, porque su significado varía y, por tanto, su combinación con preposiciones también.
«Alegrar» significa causar alegría y nunca lleva preposición.
Me alegra tu visita.
Les alegró que se acordara de ellos después de tantos años.
Pero «alegrarse» significa sentir alegría y necesita la preposición «de», «por» o «con», aunque la más habitual es «de».
Me alegro por ti, te lo mereces.
Qué bien que te alegres de mis éxitos.
Andaban alicaídos, pero se alegraron con sus bromas.
Comer a/comer de
La manera más sencilla de usar el verbo «comer» es indicando qué se come.
Cómete la manzana.
Si le añades una preposición, el verbo adquiere matices. Por ejemplo, con la preposición «de», indicas de dónde se come:
Ellos comen de mi mano.
Comed del mismo plato, por favor, que se nos han acabado.
Cuando lo usas con sentido metafórico, también puedes acompañarlo de «a»:
¿Por qué me miráis así? No me como a nadie.
Bueno, y si lo de comerse a otra persona es literal, también va con «a»:
Hannibal Lecter se comió a mi mujer.
Deber/deber de
Si hiciéramos un podio con las preposiciones y verbos que se combinan mal más a menudo, «deber de» se llevaría la medalla de oro. El verbo «deber» se utiliza mucho, pero no siempre va con la compañía adecuada y acaba expresando justo lo contrario de lo que pretendía.
«Deber + infinitivo» significa tanto suposición o creencia como obligación o necesidad, por eso es habitual que esta combinación se use para todo.
Debe estar esperándote en casa.
La frase anterior puede significar: «Está obligado a esperarte en casa»; pero también: «Yo creo que te está esperando en casa».
Sin embargo, «deber de + infinitivo» significa solo creencia o suposición. Usarlo para indicar obligación es un error:
Debes de venir a las seis.
Debe de ser ya hora de comer.
Mi consejo es que te acostumbres a usar «deber de» para indicar suposición y «deber + infinitivo» para obligación, así evitarás ambigüedades o errores en el mensaje.
Decir a/decir de
Lo correcto es acompañar el verbo «decir» de la preposición «a» cuando se hace referencia a quién se dice algo.
Dile a Jaime que llegaremos tarde.
En cambio, si lo empleas para hacer una propuesta o sugerencia, lo habitual es usar «decir de + infinitivo»:
Yo dije de pasar por tu casa, pero él no quiso.
Aunque en registros formales se prefiere «decir que + verbo en forma personal»:
Yo le dije que pasáramos por tu casa, pero él no quiso.
También va acompañado de la preposición «de» cuando equivale a hablar o dar una noticia de algo o de alguien.
Dime cosas de ellas, que hace mucho que no las veo.
Las preposiciones se emplearían del mismo modo en verbos similares como «contar».
Cuéntale a la abuela tus vacaciones.
Cuéntame todo de ti.
Esperar que/esperar a
La combinación de preposiciones y verbos que ocuparía la segunda posición en el podio de errores habituales es esta. Aunque no se usa tan a menudo como la del verbo «deber», la verdad es que pocas veces la veo bien escrita.
Si quieres expresar que tienes esperanzas en que algo suceda, lo adecuado es «esperar + infinitivo»:
Espero quedar con ella el próximo jueves, me apetece mucho.
O «esperar + que»:
Esperaba que te comportaras como es debido, pero has vuelto a avergonzarme delante de mis amigos.
Sin embargo, si usas el verbo «esperar» para indicar que estás dando tiempo a que algo suceda, entonces la preposición «a» es imprescindible:
Esperamos a que mamá baje y nos vamos.
Como ves, una «a» de más o de menos transmite un mensaje completamente diferente.
Espero que te recuperes. (Deseo que pronto estés bien).
Espero a que te recuperes. (No me muevo de aquí hasta que te pongas bien).
Pensar que/pensar en
El tercer puesto del podio de preposiciones y verbos mal combinados es para la confusión entre «pensar que» y «pensar en».
No necesitarás la preposición «en» cuando utilices el verbo «pensar» como sinónimo de:
- Opinar algo
- Creer algo
- Tener intención de hacer algo
- Decidir algo
En todos estos casos, es equivalente a «pensar algo».
Pienso que estás equivocada.
Piensa retomar los estudios el año que viene.
Pero el verbo «pensar» puede tener estos otros significados:
- Evocar o recordar
- Tener en la mente algo o a alguien
- Reflexionar sobre algo
En esos casos, es necesario que vaya acompañado de la preposición «en»:
Pienso en aquella tarde, cuando me arrepentí de todo.
Pienso en ti cada vez que voy a esa cafetería.
Estoy pensando en mudarme.
Salir de/salir con
Si usas «salir» con su significado más común, esto es, pasar de dentro afuera, debes acompañarlo de la preposición «de»:
Salió de casa muy temprano.
También usarás «de» cuando «salir» signifique partir de un lugar a otro o liberarse de algo.
Salió del apuro gracias a la ayuda de sus padres.
Pero si el verbo «salir» hace referencia a que se dice o se hace algo inesperado, va acompañado de «con»:
¿Por qué me sales con eso ahora? Creía que me habías perdonado.
También «con» será la preposición adecuada cuando «salir» aluda a que se frecuenta el trato con alguien.
Sale con su novia desde hace seis meses.
Salen con sus amigos todos los fines de semana, no paran en casa.
Sentarse a/sentarse en
Si bien es cierto que, para referirse a que una o varias personas se colocan frente a una mesa para comer, negociar o llevar a cabo una acción similar, se usan indistintamente «sentarse en la mesa» que «sentarse a la mesa», cuando te refieras a sentarse en un lugar determinado, lo correcto será usar la preposición «en»:
Se sentaron en la mesa del despacho para negociar las cláusulas.
Se sentaron a la mesa para degustar los manjares que les había preparado.
Se sentó en un tocón del bosque.
Se sentó a un tocón del bosque.
Venir de/venir a
El uso apropiado de «venir de + infinitivo» siempre implica movimiento:
Vienen de León.
Se ha extendido su uso como equivalente de «acabar de + infinitivo», pero eso es un galicismo y conviene evitarlo.
La alcaldesa viene de romper su acuerdo con el grupo mixto y se rumorea que habrá moción de censura.
La alcaldesa acaba de romper su acuerdo con el grupo mixto y se rumorea que habrá moción de censura.
Cuando «venir» va acompañado de la preposición «a» es porque se va a aludir al motivo de desplazamiento:
Vengo a hablar contigo.
Preposiciones y locuciones
A cada momento/en cada momento
La locución «a cada momento» indica que algo se produce con mucha frecuencia.
Este niño se levanta de la silla a cada momento.
Mientras que el significado de «en cada momento» depende del contexto. En general, equivale a «un momento dado»:
Este niño se levanta en cada momento.
Actuaremos de la forma más conveniente en cada momento.
A favor/en favor
Las locuciones «a favor» y «en favor» se pueden utilizar como equivalentes cuando significan «en beneficio o provecho de alguien», siempre y cuando vayan acompañados de la preposición«de» o de un posesivo.
La manifestación era en favor de la igualdad.
La manifestación era a favor de la igualdad.
Tiene a todo el consejo a su favor.
Tiene a todo el consejo en su favor.
En cambio, si quieres expresar que algo va «en el mismo sentido que una fuerza o corriente y, por tanto, recibe su ayuda», solo es válida la locución «a favor»
El barco navegaba a favor del viento.
El barco navegaba en favor del viento.
Locuciones con la palabra «camino»
Camino de/camino a
Atención, porque las locuciones que incluyen la palabra «camino» tienen su intríngulis. Si lo usas como equivalente a «en marcha hacia» o «hacia», las preposiciones «a» y «de» son válidas.
Camino de la playa, tuvimos un accidente.
Camino a la playa, tuvimos un accidente.
En España es más habitual usar «de» y en América «a». Se aplica el mismo criterio si «camino» acompaña al verbo «ir», «marchar» o cualquier otro que indique movimiento.
De camino/de camino a
«De camino» significa que algo está de paso o que se aprovecha la ocasión.
De camino, pásate por el súper y compra leche.
Si se le añade la preposición «a», significa que se va a otra parte.
De camino a la cima nos cruzamos con un alpinista herido.
Llevar camino de
«Llevar camino de» significa que algo está en vías de lograrse.
Lleva camino de convertirse en el nuevo director de la compañía.
Y esto es solo una muestra de las numerosas locuciones que incluyen la palabra «camino». Así que, cuando la utilices, asegúrate que usas la preposición adecuada.
Junto a/junto con
Este quizá sea el error que veo más a menudo, me recuerda a esos falsos sinónimos que se emplean indistintamente, aunque sus significados son completamente distintos.
«Junto a» quiere decir «cerca de»:
Me senté junto a ella para consolarla.
Pero «junto con» significa «en compañía de» o «en colaboración con».
Dio la charla junto con el profesor adjunto.
Cuando la preposición marca la diferencia
Como ves, las preposiciones siempre juegan un papel importante en el sentido de la frase. Combinarlas mal con los verbos provocará que tus frases sean ambiguas o que digas justo lo contrario de lo que pretendías. Espero que esta lista te haya aclarado dudas y que, cuando revises tus textos, prestes especial atención a las preposiciones y verbos y preposiciones y locuciones.
¿Se te ocurren más ejemplos de combinaciones de preposiciones y verbos que tienen significados diferentes?

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Escondido entre montañas, Pesinistra es un pueblo hostil incapaz de sacudirse los prejuicios. De Elisa dicen que lleva el demonio dentro por el color de su pelo. Ella no está dispuesta a tolerar su desprecio y se marcha a la gran ciudad. Pero allí no encuentra un futuro mejor y regresa al pueblo, donde solo le queda la mala vida que le vaticinaron.
Armada con el odio que han sembrado en ella, hará un juramento que sellará el destino de sus descendientes y de Pesinistra.
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2 Comments
Muy claros tanto los ejemplos como las explicaciones. Me ha gustado especialmente la aclaración con el ejemplo de Hanibal Lecter ^^. Y sí, estoy totalmente de acuerdo: “deber + infinitivo” y “deber de + infinitivo” son de los errores más comunes. Y lo peor de todo es que con el tiempo uno se acaba acostumbrando a ellos y ya ni se asombra.
Un abrazo.
P.D.: adoro este tipo de entradas. Muchas gracias por tu labor.
Y yo adoro que las adores. Gracias por tus palabras, Rebeca, es difícil explicar estas cosas de forma amena y clara, así que me alegra mucho haberlo conseguido.
Un abrazo.
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